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·cion: Por nuestro Señor, que es v. m. bueno a las
derechas, y siempre lo he tenido por tal, y no
como los otros, a lo menos Texada y Juan Alua–
rez, que auiendo ellos
vr~ido
y tramado mi prision
han venido a llorar delante de mi, sin ninguna
ver~;uenc;:a,
dandome sus desculpas tan nescias y
frias como si yo no los entendiera. En quanto toca
a lo de mi ropa y cauallos y las otras cosas que
los soldados me tomaron, agradezco mucho la
buena obra que se me haze; cobrese y mandese
vender, qu e vale mucho dinero, y con lo que se
hiziere me podre yr a España, pues todos lo des–
sean, y yo más que nadie; y assi se estuuieron
buen rato, offresciendose el no al otro con pala–
bras demonstratiuas de buen amor y cortesia.
Despues destas cosas pas adas, Diego de guero,
Antoño Solar, el licenciado Rodrigo Niño, y Ven–
tura Beltran, con otros vezinos, dixeron al Viso–
rrey, sin ninguna verguern;a, muchas y rezias pa–
labras con gran ferocidad,. afeandole todas sus co–
sas. Estas palabras no se sufrian dezir a vn hom-
---
bre
~an
eminente como era .el Vi orrey, aunque no
truxera el Real cargo que tenia, ·que
_fil:l
persona
valia mucho, quanti mas que todo lo que hazia era
por mandaao de Su Magestad, que en aquel cas o
era su executor
y
no podia hazer ni ynnouar cosa
alguna, so pena que no hiziera er deuer,
y
assi mo–
ría por le seruir; mas, en fin, el estaua alli hecho
yunque a las porradas que cada uno le queria de–
zir. De manera que fue tanto lo que le dixeron, que
como
ho!_llbr~
cuerdo y sagªz callaua a todo lo que
le dezian , porque entonées no le
conu~nia
hablar,