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dar que luego sin dilacion alguna hechassen en tie–
rra sanos y libres a los hijos d
1
Marques Don
Francisco Pi<;.arro, con Don Antonio de Ribera y
Doña Ygnes, su muger,
y
la: dueña de Doña Fran–
cisca Pi<;.arro. Y con este mandado fue lleuado
Fray vaspar de Carauajal, en la
bal~a,
que fue
lleuada de vnos yndios nadadores, y llegado a la
flota fue bien rescebido del General y de los de–
rnas, aunque con los semblante muy tristes,·y allí
dio su embajada, y porque fuesse creydo enseño el
anillo que lleuaua. Vela Nuñez y los Auilas,
O)
en–
do este l!landado y adevinando lo que podría sus–
ceder al Visorrey, ymportunaron con gran yns·
tancia al Genera(y a Zurbáno que dies en los na–
uios a los Oydores, pues lo .mandaua el Visorrey,
y quedandoselos podría ser que escapasse con la
vida, y que se atajarian por ello
mu~hos
males y
daños que se podrian recrecer con su muerte, y
que si los Oydores 1errassen, que ellos d rían
cuenta de todo a Su Magestad. El General no lo
quiso hazer, ni quiso tomar ni oyr consejo alguno,
porq
~
tuuo creydo que era al contrario de la vo·
luntad de1 Visorrey, que estau
a:
oprimido entre
aquellos sus enemigos,
y
assi fue de parescer que
no se entreg·assen, y por la gran obstinacion de
Geronimo Zurbano, que era el que ma yn istio y
porfio que no se diessen, y assi se dexaron de en–
tregar. Mas por agradar en algo a los Oydores,
pare ciendoles pequeño ynconueniente, )1echaron
en tierra a los hijos del Marques y a Don Antoño
de Ribera y a su muger y a la dueña, con mas los
yndios que auian lleuádo a Vela Nuñez y al domi-