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quien tenemos y reconoscemos por nuestro rey
y
señor natural
y
nosotros sus mismos vasallos.
Dexado e$tO aparte y respondiendo a lo que v. m.
dize que nos embarquemos mañana en todo el
'
,
·dia,
y
que en ello haremos gran seruicio a Sn Ma-
.gestad, a esto respondo y digo .en nombre de todos
mis compañeros que todos estamos prestos
y
apa–
rejados de yr de
buen~
voluntad adonde. nos man–
daren,· con tal que no sea por la mar, sino contra
·el traydor d Gonc;alo Pic;arro que viene con mano
.armada contra su señoria. Esto es, señor, lo que.
¡prpmetimos hazer
,' y
lo cumpliremos quanto en
11osotros fuere possible, o morir corno buenos
en
la demanda, y no huyr sin ver al enemigo, porque
eria gran mengua a la honrra y reputación de su
señoria y a la de v. m , y a
1
1n a la nuestra, que la
tenemos en mucho. Y assi tornamos agora denue–
uo a prometer de dar la batalla a Gonc;alo Pic;a–
Tro y a t9dos quantos traydores viepen con el, si
nos dexan, y no huyr della, y esperallos en cam–
paña rasa corno esfon;.ados hombres. Tambien
sabe v. m. que en esta compañia ay pocos hom–
bres que sean marineros, porque todos son muy
buenos y antigos soldados que estan hechos y
habituados en todas aquellas cosas que tocan y
.atañen a las guerras y batallas. Muchos dellos,
señor, se hallaron a los princ ipios de la conquista
desta tierra en las batallas qu "" a los yndios se füe–
ron , principalmente que muchos d e llos han te nido
Reales C'argos, assi en la paz, como en los exerci–
tos que se han formado desde e l principio que los
.antigo pobladores comenc;aron entre si las gue-