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seruidores de Su Mag·estad porque el Visorrey se
les pondra por delante, y el General a las espal–
das, y al lado yzquierdo está la mar, que por
alli
no podran huyr sino tienen barcos o nauios para
yrse.
Pu.esal lado derecho e ta la gran serrania
de los Andes
y
asperezas de los montes, que los
deterna hasta que los leales 11 g uen a ellos para
los prender o matar, porque por aquella parte es–
tan puestos muchos yndios de o-uerra al<;ados con·
tra e llos, por mandado del Vi orrey/ Assi que su
Señoría, como he dicho, quier.e y manda que la
mitad de los soldados que ay en est e Real exercito
vayan por la mar a la cibdad de Arequip:l, y de
alli vayan al Cuzco, por ser el via je para alla muy •
breue y corto. Y la otrá mitad de la gente quiere
que se quede a qui, para de pues
yr
con_tra el tira·
no, h as ta que el General llegue, qu e ha de venir del
Cuzco,
y
cercalle han en donde les tomare la boz,
para lo prender o matar i se deffendiere , pues
anda[n] el y los demas qu con el vienen, rebol–
uiendo la tierra como traydores. Pues l a gente
que su Señoría quiere y manda que vaya con su
hermano por la mar, es mi c ompañia, por s er la
mejor
y
la mas fiel, · y porque en ella ay muchos
caualleros hijosdalgo de o·r a nde animo y valor, y
maS-dies tra para la guerra, y de quienes se tiene
mas
conffi.an<;a que haran el deuer como hombres
de verguen<;a
y
como son obligados al seruiéio de
Su Magestad. Por tanto, señore y compañeros
mios, os suplico muy encare cidamente quetengais
por bien de cumplir lo que su Señoria manda,
y
aceptar esta t an buena y breue jornada, y nos