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tanes y soldados, con los dbdadanos, por tierra;
y ·
esto quería hazer por .ciertos respectos que para
ello le mouian. Y por desbaratar con ciertos ardi–
des de guerra los desigños d e los tiranos , que ve–
nían con gran furia contra
el;
y que si el lleuaua
·toda la gente y bastimentós que auia e n la cibdad
era porque Gorn;alo Pi<;arro y los suyos no se apro–
uechassen della, ni de otra cosa alguna, y que des–
pues de desbaratado el tirano les prometía_en fee
·de
cauall~ro
hijodalgo , de boluerse a la cibdad,
·donde estarían en paz y quietud siruiendo en todo
a Su Magestad (1).Ninguno de quantos allí se halla–
ron con el no se atreuio a contradezille cosa algu–
na, .antes concedieron todos en lo que el quería ha–
zer; o fue que tuuieron miedo, o que se mostraron
entonces por muy grandes sen:üdores ·de Su Ma-
.gestad; y assi le respondieron que le seguirían has- ·
ta la muerte.
Paresc~me
que si los officiales de Su
Magestad, y algunos de sus capitanes, le contradi–
xeran en a1go y le deffendieran su partida, como
lo auian hecho los -quatro Oydores, que nunca el
se determinara de yrse de veras de la cibdad, y
sus hechos fueJ;an de bien en mejor. Assimismo, si
Martín de · Robles no le prendiera entonces por
mandado ·de los Oydores que le tenian mortal ene–
miga, por su pretenssion , porque se q
uer~a
yr fuera
de la tier1:a, y por otras causas y razones, nfoguno,
por muy valeroso n i ossado que fuera, no se atre–
uiera a lo prender. Porque en viendo al Visorrey
temblauam todos del, y assi tengo entendido que se
( 1)
Tachado :
Y
ten
mando
que
ca~la
capitan.