'297
tad, y no estar donde todos le querian muy mal y
en donde todos desseauan \·er al tirano su mortal
enemigo. Lo quatro Oydores se lo contradixeron,
diziendo que no podian ni deuian alir de aquella
cibdad, en donde Su Mao·estad
le
auia mandado
formar y a!?sent r Ja Real udiencia para que alli
residiessen todos junto adm.ini trando ju ticia, y
que no tenían poder ni facultad de Su Mag tad
para despoOlar. la cibdad. Y derna de to que no e
auia .de rezelar del tirano, ni de u
apitane y
soldados, porque entonce e ·tauan mu} lexo , y
que no sabían clara y a biertam nt qu e trayan tan
dañadas las entraña , quanti ma que u
ñoria
tenia muy bueno capitane y
uallero y animo–
sos soldados para h echar de toda 1 tierra a lo re–
beldes y traydore , y que mejor era da11
ba talJa,
si en algo se pus ie en, que no de ampara r la
cibdad, ·pues no auian
i
to por que.
to r e pon–
dieron los Oydore p9r dar animo a Jos official s
de Su Magestad y a los
~apitane
y cauallero que
estauan allí pre entes, porque no se fuessen de la
cibdad, como se platicaua; y el Visorrey di o que
aquel era buen con ejo, y assi, con disimulacion
prometio de no yrse, sino (1) esper r al tirano para
dalle batalJa si no se qui
ie
se reduzir al ermc10
de Su Magestad. Y con esto díxo a los Oydores
que se fuessen a sus ca as a comer, porque era
muy tarde, y
á
los capitanes y a los demas capHa–
nes y caualleros se quedassen alli, porque quería
tratar con ellos lo que conuenia a lo de Ja guerra y
(1)
Tachado:
de.