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batalla que se auia de dar al tirano. Aun no eran
bien salidos los quatro Oydores del ayuntamiento,
quando el Visorrey comern;o a reyterar en su pro–
posito para yrse de la ci.bdad, y assi lo dixo al the–
sorero Alonso Riquelme
y"
al contador Alonso de
.Caceres· y al Veedor García de Sauzedo, que eran
offiCiales de Su Mag-estad. Estauan presentes los
capitanes
]
uan Velasquez Vela Nuñez, Diego de
Vrbina, Pablo de -Meneses, Martín de Robles,
Geronimo de la Serna, Juan de Saauedra, Fran–
cisco Martín de Alcantara, Ger<?nimo de Aliaga,
Pedro de Verg-ara, que auia sido capitan en Ytalia,
bon Antonio de Rí bera
y
Nicolas de Ribera, con
otros_
caualle~·os
del exercito, a los quales dixo
como su yntencion y voluntad, y era por seruir en
ello a Su Mag-estad, determinaua despoblar la cib–
dad para yr a la cibdad de Truxillo, o a la ynsula
de la Apuna; y para esto les dio muchas causas y
l·azones que le mouian para hazei esto,
y
les man–
dó que todos ellos se aprestas3en lo mas presto
que ser pudiesse para que se fuessen con el., por–
que sin duda se auia de ir muy presto a embarcar.
Y mandó que cada capitan hablasse con los solda–
dos que tenían, para que se embarcassen, y que les
diessen alla a entender otra cosa de lo que se auia
platicado en secreto, porque no entendiessen por
alguna via sus conceptos y desigños, porque sin
duda, como tenia dicho, se partiria muy en breue.
Elyria por la mar con todas las mug-eres y hazien–
das de todos los vezinos
y
morádores, y mas la
Real Audencia y Contadoria de Su Magestad; y el
General Vela Nuñez auia de yr con todos los capi-