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años. En este puerto y en la cibdad se les hizo a
todos vp buen rescibimiento, por ser las personas
que eran de gran merescimiento y valor_, aunque
uvo algunos de mal miramiento que no se quissie–
ron hallar pr:esentes a ver la entrada del Viso–
rrey, que se fueron a otras partes por no le ver
entrar, porque le querían mal. Los unos porque
ya le tenían conoscido desde los días de atrás,
como ellos dezian, quando and o por estos puer-
s recoo-iendo el t _es.orQ...que Su Magestad tenia
por aca re agado
(1 )
de sus Reales quintos y dere–
chos, y segun fama mándaua estropear a los sol·
dados y marineros; a la verdad, ellos hazian por
qué, y los castigaua conforme a lo que hallaua.
Llegados estos señores a este pueblo descansaron
por algunos dias, por dar borden y manera en el
regimiento de la cibdad y en lo que conuenia a la
Real justicia,· y el Visorrey· mandó apregonar las
prouissiones y reca11dos que traya y puso e_p. liber–
tad a todo los esc1auos que auia en aquel territo–
rio. Estando ocupado-en esto et Visorrey, le dixe–
ron como estauan allí ciertos 12_eraj.e
que eran
Xpoual de Barrient9s, con otros hombres sus com–
pañeros, que de alla auian berrido con gran canti–
dad de pesos de plata
y
de oro firío, y que se yuan
a biuir a España . El Visorrey mandó luego á los
alcald~s
hordinarios que les embargassen ó les
quitassen aquel oro que tenían, y lo deposüassen
en alguna persona llana y abonada,
ó
se metiessen
en la caxa del Rey, hasta en tanto C
!J.Uese aueri-
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