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Hl TORIA
presbiterianos propusieron á la cámara declararla suficienles y propia
para establecer la paz.
.
La mocion fue al mismo tiempo apoyada por Natbaniel Fiellllés, llijo
de lord ay, y que antes era uno de los independientes mas exaltados.
El debate hacia muchas horas que duraba cuando llegó á la cámara
aviso con una carta de Fairfax·al consejo municipal , anunciando que el
ejército se ponía en marcha para Lóndres :
Al órden del dia
!
Al órden
del dial
gritaron de improviso los independientes, deseo-o de apro e–
char el primer su to. Pero contra su voluntad y á pesar de sus esfuer–
zos, el debate se aplazó para el dia siguiente. Empezó mas ncarnizado
en medio del movimiento de las tropa que entraban de toda parte ,
tomando sus alojamientos en Saint-Jame , en Yorkhouse , en todo lo
alrededores de Westminster
y
en el centro de Ja ciudad. Los indepen–
dientes esperaban aun los resultados del primer impulso de temor.
<t
En
el dia de hoy finalmente, dijo Vane, vamos á saber cuales somos amigo
y
cuales enemigos; ó para hablar mas claro, veremo quien en esta cá–
mara es del partido del rey
y
quien del pueblo.
• - eñor presidente, replicó con energía un miembro de quien se ig–
nora el nombre, ya que el preopinante se ha dignado dividir en dos par–
tido esta cámara ; tendré segun espero derecho de hacer otro tanto. Si
señor : hay personas que quieren la paz , y son lo que han perdido con
la guerra; otros que rehusan la paz
y
son los que han ganado con la
guerra. Propongo pnes humildemente que los ganancio o indemnicen á
los que perdieron, para ponerno á todos en la misma e fera, sin la cual
nunca aca.baremo .
n
Los independientes se agitaron porque entre uno
y
otro partido lo '
intere e personales ejercian un imperio, que ellos mi,mos no se atrevían
á negar. Rudyard , tephens, Grimstone, Walker, Prideaux, Wroth,
Scott , Corbet, y muchos otros sostu ieron y combatieron á su turno la
mocion in que el debate llegara
á
terminarse: El dia declinaba ; muchos
miembros se habían ya retirado, un independiente propu o encender lu–
ces
y
continuar Ja sesion :
<t
enor presidente, dijo un presbiteriano, no
solamente estos señores se
li
onjean de ·helarnos de temor por tener cer–
ca el ejército, pero quieren prolongar toda
la
noche la sesion, con la es–
peranza que los miembros de ma edad, que se consideran como los ma
inclinados
á
la paz, se retirarán can ados antes de la votacion. Espero
que la cámara se hará carg·o de e te artiflciq. n Yá pe ar d los grito
de lo independi nte ; e aplazó ele nuevo el debate.