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HI 'l'OIUA
la antig·na leyes; pero ahora proclamaban ya principios
y
pedían im–
pe:'io amenoo innovaGiones.
Disc11líase un bill para el levantamiento de tropas de tinadas á Irlan–
da, y en el preámbulo se decia que en ningun caso, salvo el de una in–
vasion e tranjera , no poclia el rey
arrancar
los súbdito. para el ser–
vicio militar, co a incompatible ron la libertad de los ciudadanos. Pro–
púsose otro sobre que la organizacion de Ja mi!ic)a y el nombramiento
de sus jefes solo podría en adelante llevarse
á
efecto con el concur o y el
consentimiento del parlamento. Por influencia de los pre biterianós se
babia reproducido y adoptado poco antes de la vuelta del rey el bill que
escluia á los eclesiásticos de todo cargo civil;
y
como no le hubiesen
aprobado los lores, se quejaron por ello amargamente lo miembros de
la otra cámara : «Somos , decian, los representante de todo el reino ,
cuando los pares solo son individuos reve tidos de un simple derecho
personal. i rehu ai:·consentir en los actos nece ari0s para la alud del
pueblo, entonces la cámara bafí1 uniéndose á aquellos lores que conozcan
la gravedad del peligro se dirig'irán olo
á .
M. · y los lores que g·oza–
ban demas popularidad como el conde de Northumberland, el de Essex,
y
el de Warwick, consentían en e te lenguaje.>)
Fuera de las cámaras, el partido se unía
á
e tos jefe con el mi mo
ardor; el proyecto fue publicado; la ciudad declaró que al recihir al rey
con tanta pompa no habían creído. los ciudadanos faltará u&amigo , y
que querian vivir
y
morir por el parlamento; pronto una peticion paten–
tizó los menoscabo del comercio, imputándolos á los papistas, á los
obi pos y á los malos consejeros. Fo1:mában e enlos condado asociacio–
ne adicta á la dofensa de la libertad
y
de Ja fé. Todo querian prestar
apoyo á la cámara baja; siniestro rumores provocaban á u
fa
01·
nuevas
pruebas de aclhesion, ya amenazaban la vida de Pym, ya preparaban los
rebeldes ele Irlanda una in asion; se denunciaban sin fundamento conspi–
racione , y se hacían solemnes juramentos de fraternidad;
y
en tanto
que la cámara volvia diariamente á pedir su guardia, se la formaba el
gentío que e agrupaba alrededor de Weslminster, dando gritos
y
acla-
maciones.
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Contra tan atrevidas pretensione , apoy.ada en pa iones tan tumul–
tuo as, se apresuraba
Cá~s
por su parte á reunir
á
todo sus parti–
dario , á los empleados del absoluti mo,
á
lo leale defen ore del rey,
y
á
los ciudadanos que en otro tiempo pugnaban contra la tirania, pero
que e declararon á favor de la corona por temor
á
tanta innovacione,