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ral' esle de co como un apricho. Para lar
á
entender que no juzgaba
de importancia su re pue la, se remitió
á
la reina mi ma
y
á los comi-
ionado e cocese , que le in Laban, dijo, á apresurar su viaje. E Los s
avinieron
á
una dilacion ,
y
aquella prometió qu no e alejaría. Asegu–
rado momenlá.neamenle, in taron. á lo repre ntante del pueblo por Ja
di olucion del ej r ito, ha ta enton e aplazada on intencion. Varia
at'la de la cámara prometían á la tropa que pronto e les sati farian
los sueldo . Para umplirlo, alguno celo o iudadano ntregaron para
funtlir todas u vajilla · o ord naron nuevo mpréstito ,
y
se table–
cieron otro tributo . in mbargo, por falta de diner , como lambien
por la mala
f
de mucho d u ofi iale , se iba retardando l licen ia–
mienlo total d 1ej rcilo . Alegrába e de ello 1rey,
r
la cámara volvía
á
u recelo . Al fin e piró 1plazo on enido la cámara pidió otro , per
n vano, porquo l rey anunció que iba
á
partir. e solicitó por alguno.
el nombrami nlo d un gobernador del l'eino, á fin de que no e u pen–
die n lo negocio ma e La idea fue d echada. ontentó e el r y con
nombrar al conde de E ex apitan g neral de toda la omarca al ur
d l Tr .nta, y partió el
'10
ele ago lo , lleno le o p ranza que e tra -
lucian en su 1nguaje, pero sin conocido moti' o que lo ju tifi a en.
Poco tardó la. ámara en ver que n su au:-:encia perdia el tiempo,
vacilante
y
ocio a. Le onY nia ma atisbar de er a
á
u contrario
, enarde er en la provin ia el ardor de su parti lario . De pue de
¡11iuce dia de sesione in iguificanles, re ohió prorogar e. Mucho
miembros de eaban dedi ·ar e á u nego ios con algun o iégo; no a
i
lo
j
fe de la reforma. e envió á Esco ia una junta dirigida por Hamp–
den para
¡
ermanecer junto al rey
y
vigilar por lo iolere e
-el
J parla–
mento . lra junta numerosa
y
reve Lida de amplio podere permaneció
en " e tmin ter bajo la presid ocia de Pym, durante el inter alo de las
do legi laLura . La cámara alta adoptó tambi n Ja mi ma medidas.
E parci·ronse por los condado una multitud de miembros, ansioso d
propagar su sentimientos y sus temores. Ambo partido , bajo aparente
l
regua, bu caban en el porvenir nuevas fuerza
y
e aprestaban á nue–
vos combate .
Atrave ando el
j
rcito ingle que se iba !icen iando,
y
el e coc
que e volvia á su pal
,
Cárlo no o detenerse mucbo. in embargo,
us
t~ntati,as
ntre las tropa , sobre todo entre lo ofi iale , fueron
ba tanto públicas para que lord Bolland s lo escribiese ou inquietud
al conde de E sex, añadiendo que
á
u vuelta á Lóndre le daría ma