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6

bre el tablado,

a ó u ·ab za, el verdugo la

en eñó al pueblo

clamando :

et

alve Dio al l'ey

1

»Re ooaron viol nla

aclamacione · se , paruieron mucho grupo por la iudad, elebraodo

á

grito u victoria · ma otro e retiraron en ilencio, dudo o

é

inquieto

a er a d Ja ju licia del de eo que e le a ababa de cumplir.

Turbada de tal impre ion, hizo mil e fu rzo la ámara baja para

omprimida, porque nada irrita tanto

á

un vencedor orno ver que todavia

e peHgro o un nemigo muerto. Como hubie e dicho M. Tailor en una

on\'er acion particular que e acababa de omeler un a e inato con la

pada de la justicia, fue en iado

á

la torre, e luido de la ámara ,.

declarado incapaz de volver

á

·u eno. Lord Dig·b babia publicado

11

di cur o onlra el bill fatal

á

lraITord; al instante la ámaia. prohibiú

u ircula ion, y lo hizo quemar por mano del ' erdugo

(to

j111io

'1

~t- '1).

Jamá se babia pre entado u fuerza tan colo al; on iotiendo l rey en

la muerte del onde babia tambien, ca i in aberlo, adoptado el bill qu

le prohibía di olver por

i

mi mo el parlamento. in embargo, le faltaba

eguridad

á

lo representante del pu blo le manera que uanto ma or

era ·u poder, ma e iban inclinando

a

la tiranía. l ntregarle

á

traf-

ford, e había de a redilado para llo el r in hacer u itua ion ma

egura, y ra que la nemi tad e habia hecho ma pr funda,

y

la de -

onfianza: e babia aumentado. Empezaba

á

formar e en la córte ol1 o par–

tido reali la. Pym, Ilampden

r

Holli ' e

V

ian diariamente preci ado

á

unir e ma

á

lo s tari0 , alianza que no era mu á gu to de lo entu–

sia ta

JJOI'

la libertad : ¿A qué viencl, decian, embarazar con o a du–

do a la marcha

el

la refo1·ma política? n materia de ullo de di -

ciplina e tán dividido lo

piritu , ma contra el ·ab oluti mo e tá

unánime la Inglaterra : este e el único enemigo que es preci o per e–

guir sin de can o.»

Alguna vez dominaba e te dictámen,

y

volviendo

á

las preten ione

políticas, de nuevo reinaba en el parlamento la ma or unanimidad. La

,abolicion de la cámara E trellada, del tribunal del Norte, del de alta

comi ion

y

del de toda la juri diccione arbitraria fue definitivamente

adoptada,

y

el rey onsinlió al cabo de do dia de duda . Parecía con–

sumada ya la reforma pollti a, tal

á

lo meno cual e babia de eado al

principio ·: pero, ¿de qu servia haberla consagrado en E taluto i u

ejecucion e taba confiada á su enemigo ?La duda del rey, lo rumore

de maquinacioue la defecciones que se mpezahan

á

olumbrar en el

ejército

y

en

1

parlament , ran motivo'd nueva alarma · i p rdia el