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DE LA REVOLUCION DE INGLATERRA .
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poder la cámara baja consideraba como inevitable su ruina yla de .su cau–
.a.;
era forzo oafianzarse en 'el apo o del pueblo, e te, adicto
á
lo pres–
biteriano , reclamaba tambienuna parte de triunfo. Oian e nuevas mocio–
ne contra la igle ia : aun lo mi mo e cocases empezaban á pedir
abiertamente la ·uniformidad de culto entre amba naciones. Esta;; tenta–
tiva hallaban re i tencia toda,·ía · pero su ningun éxito y el embarazo en
que ponían
á
la cámara tantas pa iones de iguale de eos daban
á
su
acto una apariencia de incertidumbre
1
de can ancio de que muchos se
prometían el reposo. No ob tante, la lucha religio a se empeñaba cada
~lía
ma , los sectarios se presentaban ma o ado , la igle ia se ·iba de -
moronando. Ha
la
en la cámara alta que era su ma' firme o ten todo
patentizaba su decadencia : lo lores e pil'ituale a no eran orno en otro
Üempo ins l'ito eparadamente al frente de lo bill ; al leerlo afe taba el
clero de la cámara volver la e palda
á
lo obi po ; en la c remonia pú–
blica lo lore temporales tomaban en todo la
~referencia.
abrado tra -
Ju ia to
íntomas el partmo presbiteriano, r novaba
in
césar u.
ataque , dominando á los reformi ta polilico , á quiene mantenia en po-
e ion del poder,
y
adelantándose en su.s preten iones, á pe ar de Jos
aparente revese .
El rey se decidió de pronto á pa ar á E cocía, donde decía que re–
·lamaba supre encía la ejecucion del tratado de paz, próxima á concluir–
ª·
e.supo al mi mo tiempo que la reina se di ponía
á
partir para el
ontinente, alegando por prete to· u alud. Aquel iba á encontrarse con
1 ojército ·descontento,
y
las relaciones de esta con el continente se ha–
hian hecho so pecbosa : a
i
fue que e te doble iaje, repentino simultá–
neo, dió
á
la desconfianza el pábulo que e de eaba. Esta de confianza
ra muy l gflima. Cárlo de acreditado en Lóndres rodeado de on e–
jeros inútile óaterrados, babia dirigido u mirada al reino de su pa–
dre
y
á
lo monarcas absoluto de Europa. En E cocía, ora se trata e de
la igle ia ó de la corona, e proponía ceder, ganando así el
fa
or del
pueblo
y
colmando de mercede á Jo magnates. u tránsito por el ejér-
ito
u alo u ione no d
~arian
de aumentar el número d u partida-
rio . En lo relatho al continente, su intencione eran meno
l
rminantes,
á
pe ar de e o in prever la guerra, puede decir e que andaba a en
bu oa d socorros de aliado .
Lo diputado de la cámara baja no manife taron u so pechas,
poro pidieron que la reina no saliese de Lóndres y que el rey e digna e
r tardar su partida. Cárlo dejó ntr ver su mal humor, afectando mi-
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