Número
16.
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ocuparse en el asunto; pero es para decirnos que fray
Tomás venia ya de vuelta del Cuzco y no muy satisfecho
. del resultado de sus gestiones. De
suert.teque el lector
c:iueda ignorando cuándo el Regente partió de Lima y los
términos en que pasaron aquellos tratos.
Herrera, para enmendar el descuido <le nuestro cronista ,
supone que fray Tomás salió de Los Reyes despues que
el obispo Loaysa y
al
mismo tiempo que el secretario Pedró
López, Simon de Alzate y Francisco
~e
Ampuero, encar–
gados de notificar á Gonzalo Pizarro las provisiones
r~a
les de Blasco Núñez; y que el Regénte <<pidió al visorey
provision para que, sosegándose Pizarro, fuese en el
Cuzco
tenient~
de gobernador.» A lo cual contestó el vi–
rey «que, pues estaba alzado, no era bien darle tal pro–
vision; pero que le daria una cédula, firmada de su nom–
bre, para que, si se pusiese en servicio del Rey ,
1
le baria
teniente de gobernador en el Cuzco.>> (Déc. VII, lib. VIII,
caps.
I
y
II.)
Pero esta enmienda contiene una inexactitud y además
dice muy poca cosa acerca del asunto principal que la
motiva. ·
·
El Regente partió de Lima para el Cuzco ántes que el
obispo. Al cruzarse con Pedro López y Francisco de Am–
puero en Vílcas,_ y luégo con ese prelado en Cochacaxa,
volvia de aquella ciudad, no iba, como Herrera creyó, in–
terpretando equivocadamente lo que Cieza refiere en los
capítulos XLII y XLIV y pasando por alto lo que Diego
Fernández de Palencia asegura(*). Su viaje no fué oficioso,
ni lo hizo por cuenta propia (**) y llevado de su amor á la
paz entre los príncipes cristianos, sino para llevar
á
Gon–
zalo Pizarro de parte del virey y por iniciativa de éste
y
(*)
HISTORIA DEL
PERú,
Prim, par., lib. prim., cap. xiij, p.
13,
col.
2.
ª .-El capitan don Alonso de Montemayor, que entónces se en–
contraba en Lima al lado del virey, afirma lo mismo que Fernández. V. su
Relacion copiada por Oviedo en
el
lib. XLIX, cap. X de la
HrsT.
GEN. Y NAT. DE LAS
lNn.,
t.
IV., p.
406
de la ed. de la Ac. de la
Hüt
(**)
Como parece deducirse de lo que Cieza pone al final del capí–
tulo XLII.