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Número

15.º

93

Diego Maldonado para que le acompañasen en el dicho

camino y le avisase lo que había en Lima; y así se lo es–

cribió desde Atunlucana [Atunrucana] unas nuevas como

otras que vió

[sic,

¿hubo?] de Luis García de Samamés;

é

que la dicha carta vino á Hernando Alonso, hermano de

Juan Alonso de Badajoz; y de allí se volvieron los dichos

indios al dicho Diego Maldonado; é desde allí se fué este

confesante solo y con propósito de haber algo allá en que ·

dar á entender su voluntad al dicho Gonzalo Pizarro y

. servirle en algo, para quitar las sospechas que <leste confe.–

sante se.habian tenido ,

'Y

que del camino escribió este con·

fesante una carta al visorey, diciéndole cómo iba y que le

habia servido ei:i el Cuzco en todo lo que babia podido, por

tenelle grato; y otras cosas que no se acuerda.

»E queste confesante llegó

á

Lima al tiempo que el viso–

rey acababa de comer,

é

estovieron ámbos parlando hasta

que aderezaron de comer; y allí le dijo públicamente que

se habian ido Garcilaso y los demás, y que iban allá; y le

dijo que Gonzalo Pizarra tenia quinientos y cincuenta

hombres; 'y desde á un poco se fué á su posada, que

fué

en casa del contador Juan de Cáceres, donde se juntaron

Pablo de Meneses

y

don Alonso y Martin de Robles y

Diego de Silva y otros ·vecinos, que serian quizá veinte

entre todos,

y

allí, empezándole preguntar nuevas, dijo

que Gonzalo Pizarro tenia quinientas y cincuenta hom·

bres; y Martin de Robles preguntándole por sus amigos,

'le

dijo este confesante .que sus amigos todos le estaban

esperando, y que á cualquier tiempo que fuese, seria

bien recebido. Y á Diego de Silva dijo ,-preguntando

por sus indios:

((¿Y~

no serán mios?» Dando á entender

que se los habian quitado,-<< Por cierto no, aunque! señor

Gonzalo Pizarro mandó

·á

un yanacona vuestro que vi–

niese conmigo y dijese

á

los caciques que eran suyos y que

le guardasen el oro y plata que le habían de dar.» Y que

todo esto fueron á decir al viso rey, y que hacia gente, y le

quisieron embarcar, como lo saben muchos. Y

á

esta

causa este confesante dijo á Bobadilla, que babia ido allá

por entender las cosas de allá abajo

y

ver los ánimos de

las gentes, y le dijo que todos estaban unánimes y confor-