Número
15.º
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Diego Maldonado para que le acompañasen en el dicho
camino y le avisase lo que había en Lima; y así se lo es–
cribió desde Atunlucana [Atunrucana] unas nuevas como
otras que vió
[sic,
¿hubo?] de Luis García de Samamés;
é
que la dicha carta vino á Hernando Alonso, hermano de
Juan Alonso de Badajoz; y de allí se volvieron los dichos
indios al dicho Diego Maldonado; é desde allí se fué este
confesante solo y con propósito de haber algo allá en que ·
dar á entender su voluntad al dicho Gonzalo Pizarro y
. servirle en algo, para quitar las sospechas que <leste confe.–
sante se.habian tenido ,
'Y
que del camino escribió este con·
fesante una carta al visorey, diciéndole cómo iba y que le
habia servido ei:i el Cuzco en todo lo que babia podido, por
tenelle grato; y otras cosas que no se acuerda.
»E queste confesante llegó
á
Lima al tiempo que el viso–
rey acababa de comer,
é
estovieron ámbos parlando hasta
que aderezaron de comer; y allí le dijo públicamente que
se habian ido Garcilaso y los demás, y que iban allá; y le
dijo que Gonzalo Pizarra tenia quinientos y cincuenta
hombres; 'y desde á un poco se fué á su posada, que
fué
en casa del contador Juan de Cáceres, donde se juntaron
Pablo de Meneses
y
don Alonso y Martin de Robles y
Diego de Silva y otros ·vecinos, que serian quizá veinte
entre todos,
y
allí, empezándole preguntar nuevas, dijo
que Gonzalo Pizarro tenia quinientas y cincuenta hom·
bres; y Martin de Robles preguntándole por sus amigos,
'le
dijo este confesante .que sus amigos todos le estaban
esperando, y que á cualquier tiempo que fuese, seria
bien recebido. Y á Diego de Silva dijo ,-preguntando
por sus indios:
((¿Y~
no serán mios?» Dando á entender
que se los habian quitado,-<< Por cierto no, aunque! señor
Gonzalo Pizarro mandó
·á
un yanacona vuestro que vi–
niese conmigo y dijese
á
los caciques que eran suyos y que
le guardasen el oro y plata que le habían de dar.» Y que
todo esto fueron á decir al viso rey, y que hacia gente, y le
quisieron embarcar, como lo saben muchos. Y
á
esta
causa este confesante dijo á Bobadilla, que babia ido allá
por entender las cosas de allá abajo
y
ver los ánimos de
las gentes, y le dijo que todos estaban unánimes y confor-