·,
Número
16.
0
99
nuestra justicia
é
facer antellos nuestra probanza,
j
us–
tificar antellos nuestras causas y áun suplicalles quescri–
ban á S. M. nuestras quejas, y áun tomar dellos nuestra
seguridad; pues siendo esto así, mal quebraremos el es–
pejo en que nos hemos de
mi~ar,
que no somos tan necios
y torpes fúera de razon, que hemos de apartar lo que nos
coavi~ne
y allegar nuestro daño, apartándonos de nues–
tro bien, ques S. M. Y para esto v-ean Sus Mercedes
ques la seguridad que quieren, que aunquellos quieran,
no saldrán de la tierra, porque quedaríamos sin justicia.
Esto nos ha puesto grandescándolo, porque quien pone
escrúpulos en esto debe ser grande enemigo nuestro y
gran deservidor de S. M.; y es infamamos? para questos se·
ñores esté'n escrupulosos de nosotros y se nos vayan sin
hacernos ninguna merced y dejarnos desamparados de
justicia. Y en lo demás que en el dicho capítulo se dice,
que á mí me harán capitan general, yéndose el señor
Blasco Nuñez Vela de la tierra, digo que Sus Mercedes ha–
rán lo que más conviniere al servicio de S. M.,
ó
lo que
les pareciere, para que se asegure la gente que conmigo
llevo, que yo seguro estoy, porque sé que aquellos señores
me guardarán justicia, y guardándomela, estoy seguro. Y
en lo demás que Vuestra Paternidad se refiere á decir la
posibilidad que tenemos, Su Señoría y esos señores la
vean, que no es sola esta, sino la _de todo el reino.-Gon–
zalo Pizarra.
»
(Original).
Con la nota anterior iba esta carta de Gonzalo Pizarra
al virey:
«
Illtre. Señor==Bien entiendo y acá se entiende, que la
poca verdad de las Indias impone algurias cosas á Vuestra
Señoría de las que dicen que hace, que no solamente
no crealas, pero ni áun pensarlas se deben de un caba–
llero tan sábio y calificado como Vuestra Señoría es ;
pero otras que Vuestra Señoría hace y ha hecho y dice
que ha de hacer, que su aspereza y crudeza hasta ad nos
lastima
y
su notoriedad no se nos deja encubrir, han fecho
ayuntar en esta cibdad toda la gente que á Vuestra Se-