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i ·
··
Lf!Jro segundo
-
-
buena
y
tti!~
semejante! eflos:
y
mas que holocaustos? Mud·a las
ésta
es la
mente
ó el espíritu del hecatombas en holocaustos ,
y
hombre=
y
por esto los que ador-
verás la concordia que tuvo
aqtii
naren este espíritu con el cono. el Filósofo Gentil con este Pro·
cimiento de
la
verdad,
y
eon
la
feta:.
reformacion de afectos, éstos han
Mas
con
todos estos loores
que
, de ser muy
a~radables ~Dios.
Lo
se dan á estas virtudes,
las
otras
mesmo sintio maravillosamente.
que
pusimos ea
la
segunda órden,
el Príncipe de los Médicos Gale- dadocaso que en la dignidad sean
~o;
el qual
trat~ndo
en un libro menores; pero. son importantísi–
de
la
composicion
y
artificio
del mas
para alcanzar las
mayoreJ,
cuerpo
humano ,
y
del
u•m
y
y
conservarlas :
y
algunas
de
aprovechamiento de
sus·
partes, ellas necesarias , por razon dd
·y
llegando
á
un
paso
donde
sin· precepto
á
voto
que
en
ellas en,
gularmente resplandecía la gran.·
treviene. Esto
se
prueba clara.
deza de la sabiduría
y
provideo- mente
1
discurriendo por aquellas
cia de
aquel
Artífice Soberano, mesmas virtudes que diximos.Por·
arrebatado en uoa profunda ad-
que el encerramiento yla soledad
miracion de tan grandes maravi· excusa al hombre ·de
ver,.
de
oir,
llas, como olviclado de la profe· de hablar·
y
de tratar mil cosas,
sion d!! Médico
y
pasando
á
la
y
tropezar en mil ·ocasione!, en
de Teólogo , exdam6 diciendo:
las quales
s~
pone
á
peligro
no
Honren los otros
á
Dios con sus sola la paz
y
sosiego de la con–
hecatombas ( que son sacrificios ciencia, sino.tambien la castidad
de cien bueye
~,
yo le honraré
y·
la inocencia. El silencio ya se
reconociendo la grandeza de su
ve
quán~o ~y4da
para conservar
saber , que tan altamente supo
la devoc1on,
y
excusar los peca.
ordenar las cosas;
y
la
grandeza dos
que
se hacen hablando;
pues
de
su poder, que tan enteramente dixo el Sabio que en
el mucha
pudo
~oner
por obra todo lo que hablar no
podía~
faltar peca–
ordeno;
y
la grandeza de su bon·
do~
(b). El ayuno {dem's d·e ser
dad, la qual de ninguna cosa tuvo acto de la virtud de la temperan–
invidia á sus criaturas; pues tan cia,
y
ser obra satisfactoria
y_
cumplidamente proveyó
á
cada meritoria, si se hace en caridad}
una
d~
todo lo que habia menes-
enflaquece el cuerp.o , y
levanta
ter, sin alguna falta. Esto
dixo t-1
el espíritu ,
y
deoilita nuestro
Filósofo Gentil.
Dime:
tqué mas adversario,
y
dispone para la
pudiera decir un perfecto
Chris~
oracion
y
leccion
y
contempl~tian~
l iQué mas.dixera si hubie-
cion'
y
excusa los gastos
r
cod1-
ra.
le1~0 aq~el
d.rcho del Profeta: ciasen que viven los
amrg~s
de
M~ser1cord1a
quiero ,
y
no sacri.
comer
y
beber,
y
las
bu!lerta~
Y
fi~1o(a):
y
conocimiento de Dios, parlerías,
y
porfias
y
disoluc10
4
Dei
(a)
Que~
6.
(b)
Prow.10.