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( 86 )

p al abra genérica;

y

ec1 esiastica.

su cabeza d sib1e,

f' S

claro que

que significa cosa propia

y

pri-

tambi en es _una blasfemia Jlar–

vativa

á

la Igl esia-indican un

tir

la

potestad eclesi ástica con

cuerpo de leyes

ó

reglas, propio

los poderes del siglo.

.Mas el

y

prÍ\' ativo

á

]a Iglesia para rf'-

Sr. Vidaurre la parte cuando

gir

á

sus miembros. Ahora

dice:

''Que

el

poder secular n o

biPn: siendo un dogma de

fé,

,pueda

gobernar la

Ig lesia en

Lo

reconocido por el autor qne

,,temporal

y

discipLma

no

co–

J.

C. N. S., Fundador de la

,nexa con el

dog ma: nir-go !,

Iglesia, confi rió inmediatamen-

¿Por ventura cuando al partir–

t e el poder pleno

y

supremo

á

se

á

los Cielos, mandó el Sal·

los Apóstoles ,

y

ñ

solo los

·vador

á

sus discípulos que fue–

Apóstoles

y

sns succesores has-

sen

a

todas las naciones para

ta el fin del mundo, p ara esta-

ejercer €'1 poder de que los ha–

bl ecer

y

regir

Gsa

sociedad que

bia investido, les encargó con–

llamamos lglesia-Sí guese que

snltar

á

los monarcas, pedirles

cualquiera que ataca esa auto·

su venia,

y

asociarselos para el

rielad plena, parti éndola, ataca

establecimiento y buen régimen .

Jll1

dogma de fé-Sígnes e que

de la Iglesia?

¿Por ventura se

quien

destroza esa autoridad

encuentran los monarcas entre

divina que ha fn ndado

á

la

esos Apóstoles, Profetas, Evan–

Iglesia y por la que vire, des-

geli stas, Pastores

y

Doctores,

troza la Iglesia y la mata-Sí· que segun S. Pablo en la carta

gncse que quien arrebata una

a

los de Efeso, el Hijo de

parte

á

esa plena autoridad, Dios institnyo

y

dió

a

su

I

gle–

usm·pa sacríl_egamente lo que

sia para que trabajaran

a

una

e s de Dios-Sígnese que quien

en ]a formacion de los Santos

y

p one esa parte de autoridad di-

edificacion del cuerpo místico,

\"ina en manos de los

Príncipes~

segun las funciones de su mi–

Jes da evidentemente lo que

nisterio, hnsta que llegáramos

J.

C. les ha n egndo.

todos

á

la unidad de la fé

y

al

Con efecto, ¿hay nada mas

estado de un hombre perfecto,

terminante que esa espresion

y

no fu éramos ya nilws

fine ~

enérgica

y

.sublime:

Asi

corno

tuantes que se dejan arrebatar

mi Pad1·e

'rne

Ita en·viado, asi os

de todo viento

de

opiniones

etwio

yo?

Y si no se puede par·

human as, parto de la malicia

tir ]a autoridad del Verbo En-

de los hombres

y

de sn astucia

carnado en ]as funcion es de su

en inducir á error?

¡Ah! Sí

di\·ino Apostol ado con las po-

la cloctrina de nuestro autor

t estades seculares, sin la mas

fuera verdadera, siendo incoo."'

lwrribl e blasfemia; siendo esa

testable, que pQr accidental

ci~ autoridad la que se ha deposi·

tendemos lo que.pueda ser ó no

tado en el cuerpo

eh~

los Pasto-

s er,

ó

lo que es variabl e, atribu–

res unidos ipseparablcmente

a

yendoles

á

las

potest-ad~s

secnl

a~