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LA INQUISICION DE LIMA

tambien el estandarte de la Fé, que en la procesion traxo

el alguacil mayor del Tribunal.

"Despues, fuera del presbiterio, al mismo lado del evan–

gelio, seguían quatro bancas cubiertas, que ocuparon por

su antiguedad el alguacil mayor, secretarios y oficiales

del Santo Tribunal. En frente, al lado de la epístola, sobre

el mismo presbiterio, estaban en asientos distinguidos los

ministros que se habían nombrado para leer las causas

y

sentencias de los reos, que ya habían subido al tablado o

theatro, que cubierto de paños negros, se erigió de com–

petente altura, , con quatro gradas para la subida, cuya

frente ocupaba todo el espacio que hay desde la pilastra

..

del púlpito hasta la capilla mayor, igual al diámetro des–

de la cúpula en el crucero. Allí cerca, en taburete raso,

con baston negro de puño de plata, insignia de su cargo,

estaba el alcayde, que había de sacar y poner los reos en

la xaula o ambon, quando cada uno de ellos, leido el pro–

cesso de su causa, hubiesse de oír la sentencia que le da–

ban, en vista de sus méritos.

"Desde la pilastra del púlpito, dexando en medio el ta–

blado, en cuyas gradas se habían levantado los reos, se–

guían unos escaños que se destinaron para asientos de los

consultores, calificadores, comissarios y familiares que

concurrieron a la procession, mezclados con la nobleza que

asistió: entre quienes, acompañada por uno y otro lado de

los distinguidos sujetos que le apadrinaron, se colocó la

estatua de don Juan de Loyola, sucediéndole inmediata–

mente, en la misma órden de asientos, su hermano y so–

brinos.

IIDe esta suerte se habia todo executado, quedando com–

petente guarnicion de soldados, assí en las puertas regla–

res del convento, como en las de afuera de la iglesia, para

contener el in14enso concurso de los que pretendían atro–

pellar la entrada, no siendo possible cupiesse mayor nú–

mero de concurrentes en el magnífico templo, que el de

mas de diez mil personas que ya ocupaban su recinto.

"Nohabia passado mucho, quando haciendo el señor visi–

tador seftal con una campanilla, salió la missa, que en altar

n1ayor, cubierto de un velo morado, principió el R. P. M.

F.

Miguel Campanon, prior del convento de la Magdalena