CAPÍTULO XXIII
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i
que
ya
era suyo por lo que babia ejecutado con aquella
mujer, prometiéndole favorecerle i sacarle de trabajos, a
condicion de que renegase de la fe Jesucristo; i que habién–
do logrado venir a Lima, se valia de una piedrecilla que
babia estraido de la boca de un zapo i que llev.aba engas–
tada en una sortija, para obtener los favores de las nlu–
jeres, sin que le costase nada, i de los ,mercaderes las
especies que deseaba al precio que quería: por cuyos he–
chos abjuró formalmente, i fué en seguida reconciliado sin
sambenito.
Nicola~S
Solórzano, soltero, de veintiun años, cuarteron
de mulato, se denunció de que se babia valido del de:qlo–
nio para lograr casarse con una mujer que habian ence-
. rrado en un cop.vento i que no quería acceder a sus pre–
tensiones, guiándole aquél la n1ano para firmarle la res–
pectiva cédula, pues él no sabia escribir; pero que co1no
un dia en que babia entrado a una jglesia, su amigo le die–
ra tal pescozon que lo babia tenido metido mucho tiempo
debajo de un escaño, se había arrepentido de lo convenido.
Domingo de Estrada, de veinte años, vecino i natural
de Lima, tambien amistado con Satanas para que le ansi–
liase con sus conocimientos médicos.
Manuel Almeida Pereira, soldado de Buenos Aires,
procesado por haber repartido un prospecto ofreciendo a
las da1nas sus servicios, a fin de que por su medio i cier–
tas invocaciones, optuviesen los favores de sus galanes.
} · Antonio Hurtado, mulato libre, natural de Moquegua,
de sesenta años; que para atormentar a sus enemigos se
valia de un zapo, al cual atravesaba con alfileres los miem–
bros que
dese~ba
que aquellos tuviesen dañados. Confesó
que curando por medios naturales, sabia tambien hacer
creer a las jentes que estaban maleficiadas, cuyo embuste
le valió algunos azotes.
Pedro de Acevedo, capitan reformado i viejo, que se
denunció de que hallándose pobre, intentó vender su alma
al diablo.
Francisco Pastrana, negro esclavo, que comunicaba con
una bruja, a quien vió diversas veces que llamando por sus
no:mbres a. unos muñecos que tenia parados i sentados