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CAPÍTULO XI
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su casa,
y
la dicha doña Catalina de Alconchel, que vivia
enfrente del dicho inquisidor, tuvo noticia dello,
y
fué
ántes que amaneciesse a casa del djcho inquisidor,
y
aguar–
dó a que saliese la dicha muger del aposento donde esta–
va con el dicho inquisidor,
y
cuando la vió salir arremetió
a ella
y
dió grandes bozes, de que huvo un grande escán–
dalo,
y
se entendió por todo el barrio,
y
lo vieron un Juan
de Ulloa
~iogollon,
que está en Guamanga o en el Cuzco,
Juan de Llerena, el mo9o, Juan de Llerena, el clérigo,
Mariana de Velasco, don Juan de Vera, que está en Cas–
tilla, Gon9alo de Solis
y
otros.
11Mas dixo que abrá cinco años, poco mas o ménos, que
procuró tratar deshonestamente el dicho inquisidor, con
doña Juana de Loaysa, hija de Galaor de Loaysa, que vi–
ve en los Charcas, que era casada (no sabe con quien), por
medio de Blasa ele Urbina
y
Catalina de Urbina, su her–
mana,
y
el dicho Rodrigo Arias,
y
subceclió que haviendo
mandado hazer una llave, un Gonzalo Lopez, que al pre–
sente está en Potosí, para entrar en casa de la dicha doña
Juana, en casa de un cerrajero, fué el dicho Rodrigo Arias
al mismo cerrajero a hazer otra llave, para el inquisidor,
para el mismo efecto,
y
como tenia hecha la llave para el
dicho Gon<;alo Lopez, se la dió el cerrajero al dicho Rodri–
go
Arias en su presencia,
y
el dicho cerrajero le dixo que
le haria otra
y
él le respondió que no quería llave,
y
esto
dixo a e·ste declarante el dicho Gon9alo Lopez,
y
ansí por
esto, como por haver visto muchas vezes en casa de la di–
cha doña Juana de Loaysa, a la dicha Blasa de Urbina,
y
por que estando preso este testigo en la cárcel pública
desta Inquisicion,
y
en su compañía el doctor Palacios
Albarado, arcediano ele los Charcas le dixo el dicho arce–
diano que
allí
le haría la guerra el dicho inquisidor, por
celos de la dieha doña Juana de Loaysa,
y
por todo esto
tuvo por cierto este declarante que el dicho inquisidor
tratava deshonestamente con la dicha doña Juana,
y
esto
sabrá tambien Juan de Llerena, el moc;o.
11Iten dixo que tuvo en su casa el dicho inquisid<;>r una
ama llamada Mencia Alonso, ahrá siete años, poco mas o
ménos, la qual salió. de casa preñada del dicho inquisidor,
y
esto sabe Ana Baptista, mulata,
y
fué negocio público
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