CAPiTULO XI
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Los que resultaban contra el de Cochahamba eran de
tal calidad, segun afirmaba el visitador, nque no se podía
pasar por ellos, no me pareció que la tenían para hacerle
venir trescientas leguas,
y
ansí porque sospeché alguna
pasion en los testigos, remití los cargos que se le hicieron,
que fueron catorce, para que se los diesen y recibiesen sus
descargos
y
se n1e enviase tocld'." Servia ese destino el
célebre autor de
La Argentina
Martín Barco de Centene–
ra, i para no estan1par aquí sino algunas de las acusacio–
nes que aceptó la sentencia librada contra él en
14
de
agosto de
1590,
por la cual fué- condenado en privacion ·
de todo oficio de Inquisicion i en doscientos cincuenta pe–
sos de multa, diremos que se le probó haber sustentado
bandos en la villa de Oropesa i valle de Cochabamba, a
cuyos vecinos trataba de judíos i moros, vengándose de
los que se hallaban mal con él, 1nediante la autoridad que
le prestaba su oficio, usurpando para ello la jurisdiccion
real; que trataba su persona con grande indecencia, em–
briagándose en los banquetes públicos i abrazándose con
las botas de vino; de ser delincuente en palabras i hechos,
refiriendo pu,blicamente las aventuras an1orosas que habia
tenido; que habia sido público mercader, i por último, que
vivia en 1nalas relaciones con una mujer casada, etc
10
•
nMe ocupó no poco tiempo, decia con este motivo Ruiz.
de Prado, 11los procesos contra comisarios. y notarios en
cosas graves que tenian necesidad · de remedio
y
de casti–
go exemplar .... ; porque con ser todos estos clérigos con–
tra quien se ha procedido de los mas díscolos que .hay en
el reyno
y
haber cometido cosas gravísimas en sus .oficios,
vuelve por ellos el Provisor hoy, como si fueran unos san–
tos y se les hubiera hecho mucho agravio, y así lo publi-
9.
Carta,
id.
10.
Id.,
de 25·de marzo de
1591.
Barco Centenera nació en
15i35,
i
en clase de capellan
salió'
de Cas–
tilla en 1562 para embarcarse en la armada de Juan Ortiz de Zárate,
«con buen lustre
y
mucha costa de hacienda,» llegando a Santa Catali–
na, «donde se padecieron muchas hambres.» Pasó al Paraguai, ocupado
de la. predicacion,
i
en seguida a Chuquisaca, ·para servir por su buenn.
opinion la capilla de la Audiencia. Estuvo despues en la Vicaria de
Porco, hasta que el concilio de Lima le llamó para que informase del es–
tado del Paraguai.
lnformac,iones
de Lima,
10 de julio de
1583.