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LA INQUISICION DE LIMA

mes para comer, y que le tenia dos sobrinos en su casa,

y

ansí por esto, como porque ordinariamente Juan Gutie·

rrez de Ulloa, hermano del dicho ynquisidor, la llevava a

las ancas de un machuelo del dicho ynqujsidor, pública–

mente por esta ciudad, fué este negocio mas público y es–

candaloso en e1la, y esto duró hasta que el visorrey, conde

del Villar, mandó salir desta ciudad a

la

dicha doña Cata–

lina Morejon, y que fuese· adonde estava su marido, y es

público en esta ciudad y en todo el reyno questo mandó

el bisorrey por razon de la dicha anüstad que. tenia con el

dicho ynquisidor, agora siete u ocho meses.

nYten, dixo ques cosa pública en esta. ciudad, quel dicho

ynquisidor Ulloa a mas de ocho años que está amanceba–

do publicamente con doña María Degaldo o Tello, vezina

desta ciudad, muger soltera, a la qual dizen que la huvo

donzella, y que a parido dél un muchacho que se cria en

casa de Luis García, criado del dicho ynquisidor, que de

presente está en Potosí, y questo se lo dixo a e5;te testigo

el bachiller Alonso Diaz, estudiante theólogo en esta uni–

versidad,

y

que vió entrar a dicho ynquisidor, de seis me–

ses a esta parte, a la una de la noche, en casa de dicha

muger, con vestido de terciopelo morado y montante, y

de lo que toca a esta muger, sabrá tambien el doctor Sa–

linas, abogado en esta ciudad, el qual dixo a este decla–

rante agora tres años, poco mas o ménos, que el dicho yn–

quisidor avia aviclo a la dicha doña María, siendo de

hedad de honze años, y tambien sabrá el licenciado Rami–

rez de Cartagena, oyclor de.sta Real Audiencia, porque le

oyó dezir agora dos meses, poco n1as, que el dicho ynqui–

sidor avia entrado una noche en cierta casa donde vivian

unas mogas, que dixo quien eran las mogas, y que yba con

hábito yndecente, muy g&1lan, con unas medias ele seda

y capotillo corto y su montante, y compadeciéndose des–

to, vino a decirle .tambien el trato que tenia con las dichas

doña Catalina Morejon y doña María de Galdo.

nYten, dixo que agora quatro años que el dicho ynqui–

siclor huvo en esta ciudad una donzella, hija de una viuda

que fué muger de IIernan Lopez, mercader, a la qual se

le trató agora un casarniento, y por estar ynfamada, por

esto

y

otras cosas, se dexó de hazer,

y

questando una no-