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LA INQUISICION DE LIMA
cuenta ·de ellos porque luego se defienden con el Sancto
Oficio, suplico a Vuestra ·
~1agestad
lo mande veer y que
se provea lo que convenga a su real servicio.
u
Los dichos inquisidores y comissarios no solo lo quieren
ser y entremeterse en negocios del Santo Oficio, pero con
ocasion del suio, se entran en otras muchas cosas, fuera
del de que sigue cleservicio a Vuestra Magestad, y perjui–
cio de su juridicion real,
y
particularmente un comisario
de la ciudad del Cuzco, como constará a Vuestra Magestad
por los testimonios que embio, habiéndole un hombre ce–
dido un pedazo de mina, de las que se descubrieron en la
provincia de
Vilcabamba, embió un mandamiento firmado
de su nombre
co.motal conlissario, en que mandava que
nadie in1pidiese a la persona a quien había él puesto en la
dicha miiJa, el beneficiarla, so pena de sentencia de exco–
munion, y que si alguna persona pretendiesse tener dere–
cho a ella, lo pidiesse ante el Sancto Oficio sobre ello.
uAnsimismo. habiendo tomado en esta ciudad, asiento
sobre la fábrica de la pólvora, como lo refiero a Vuestra
Magestad· en esta carta, tocante a materia de guerra, y
estándose haciendo con la priesa posible, por la mucha ne–
cesidad que había de ella, por la ocasion de ]os yngleses,
se quemaron hasta sesenta libras de ella por descuido de
un mozo, sin tener consideracion a la dicha necessidad
que había de pólv9ra, ni dar quenta de ello a quien in–
cumbía proveerlo, que conviniesse; los dichos ynquisido–
res hizieron notificar al polvorista que lebantasse el inge–
nio que tenia hecho,
y
Ii~
hiciesse mas pólvora en la cassa
donde lo tenia, so pena de quinientos pesos
y
d~e
sentencia
de exconn1nion mayor, estando de la cassa de el Sancto
Oficio, la del dicho polvorista, mas de trescientos pasos, y
que entre ellas está una plaz·a
y
una calle,
y
son en dife–
rentes baceras, de lo qual e1nbio a Vuestra Magestad una
relacion de don Francisco de Quiñones, corregidor de esta
ciudad, que entendió en ello.
"De la misma manera se entremeter.. a detener el despa–
cho de los chasquis, sin tener atencion a que algunas ve–
ces conviene despacharlos con mucha priessa, por convenir
assí al servicio de Vuesta Magestad,
·y
bien del reino,
y
particularmente por el mes de henero passado, habiendo
te~