CAPiTULO X
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para lo que está referido, y aunque sus prelados lo en–
tendieron así, no trataron de ello, y el dicho frayle se
volvió a casa de el dicho ynquisidor, lo qual, entendido
por mí y visto que passaron algunos días y no hacían co–
sa alguna en ello, les volví a encargar por escripto que lo
hiciessen, y saviéndolo el dicho fray Francisco, dijo que
tenia que dar quenta de ciertos papeles del Sancto Offi–
cio, y que dada se yria al convento, con1o lo hizo, y en
cumplimiento de la dicha cédula de Vuestra Magestad,
encargué a los dichos prelados que en un navío que esta–
va aprestado para Tierrafirme, le e1nbiassen para que de
allí fuesse a los reynos de España, de lo qual el dicho yn–
quisidor Prado, mostró grande sentimiento, y dijo que el
dicho frayle era calificador de el Sancto Officio,
y
!él lo te–
nia para su consuelo y ayuda, y lo podía tener en su casa
y fuera de el monesterio, y así lo habia de defender, y me
embió a hablar sobre ello con el arcediano del Cuzco
que estaba ·en esta ciudad, y por medio de él, y despues
del Licenciado Maldonado, oydor de esta Audiencia, y del
Licenciado Marañon, alcalde de corte, hubo muchos dares
y tomares sobre lo susodicho, y ultimamente, por escusar
escándalos y recuentros, nos venilnos a resolver en que el
dicho frayle se fuesse de esta ciudad a la de Trujillo, y
que allí se ernbarcase para España, y así salió de esta ciu–
dad y fué a la dicha de Trujillo, como todo ello constará
a Vuestra Magestad muy por , estenso de los testimonios
que sobre ello embio, los quales suplico a Vuestra Mages–
tad los mande ver, y despues he entendido que se ha es–
tado en la dicha ciudad de Trujillo con nombre de comi–
ssario del Sancto Officio, y que agora va la vuelta de
Potosí, que él con el dicho oficio y trescientas y ochenta
leguas de Trujillo.
(s,ic)
u
En esta ocasion, el día de Sant Agustín habiéndome
convidado los religiosos de la dicha Orden para que me
hallasse en su yglesia la fiesta que hacían, fuy a ella
y
estando allí la Real Audiencia y Ciudad
y
otra mucha
gente, dijo ]a nlissa ma.ior el dicho ynquisidor Prado y
habiéndose dicho el Evangelio
y
acostumbrándose en este
Reyno y otras partes traer el 1nissal al Virrey, no lo tra–
jeron sino llevaron al dicho ynquisidor, haciendo con él la