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LA INQUISICION DE LIMA
en este rreyno, que son el padre fray Juan del Campo,
provincial de la Orden de San Francisco, y a fray Luis
J-1opez, provincial de la Orden de Santo Domingo, y a Jo–
seph de Acosta, de la Compañía del Nombre de J esus, los
cuales despues de haber visto todas las dichas sus confe–
siones en dibersos dias y audiencias y haberle mirado y
estudiado, an calificado particularmente por sí las propu–
siciones que de sus confesiones se sacan y deducen unas
por heréticas lutherarias, otras por cismáticas, otras por
sospechosas, malsonantes, escandalosas, impíasy blasfen1as,
e todos ellos concuerdan y dicen que este reo es hcrege
cabiloso, astutísimo en el modo de introducir sus herrores
y secta y que a puesto los mayores fundamentos de per–
tinacia que herege a puesto,
y
que se ha de notar el gran–
de artificio con que procede y ellenguage de que husa y
que todas las heregías principales que a la fin dice las tenia
desde el principio sembradas y dichas debajo de figuras
y metáforas, sin que se entendiese la ponzoña, lo cual
agraba mucho su causa, y que segun el modo que ha te–
nido en proceder y las figuras y metáforas de que ha hu–
sado, pudiera por esta artificiosa imbencion predicar toda
su secta y entenderse con quien él quisiera sin que fuera
entendido de los demas, principalmente con la opinion ·y
buena fan1a que tenia, y que un hombre que tiene redu–
cida la secta al lenguage tan metafórico y particular, olia
mui mal.
ulten, que las cosas que dice y afirma son tan conformes
a lo que la carpe pide que
~s
la mas aparejada que se ha
inventado para traer a su dañada secta a todos géneros de
gentes, porque a los clérigos les da licencia para casarse, a
los frayles que, si fueren flacos, se casen, a los casados que
puedan tener muchas mugeres, a toda la comunidad quita
la obligacion de la confesion sacramental, que las leyes ecle–
siásticas y censuras y penas se quite, a los hombres de hon–
rra que puedan :vengar sus injurias
y
que puedan salir en
desafíos, a los vecinos, de la perpetuidad de los indios, a
los soldados y a los conquistadores, que las conquistas que
han hecho en el Perú son lícitas, i que un hombre de su
opinion predicando estas cosas
y
en esta tierra, harto me–
jor encaminado iba para introducir su secta que Luthero,