88
LA INQUISICION DE LIMA
tas, el dicho su letrado nos pidió que le señalásemos un
theólogo con el cual se pudiese aeonsejar en las cosas que
no eran de su facultad, y abiéndosele dado al padre fray
Miguel Adriano, predicador de la órden de Santo Domin–
go y regente del estudio del dicho n1onesterio, el cual
abiendo visto las dichas sus confesiones, dió al dicho doc–
tor Guarnido su parecer por escripto y firmado de su nom–
bre, por el cual, en efecto, dice que si el dicho fray Fran–
cisco de la Cruz no retrata catorce propusiciones, no le
puede ni debe ayudar, que son las siguientes:-la primera
que decir y afirn1ar que este ángel de quien dice y habla
es ángel de luz, no se puede defender, ni el autor della,
sino es diciendo e afirn1ando ser ángel de tiniebla
y
de–
monio-la segunda, que los ángeles fueron criados ántes
que el cielo-la tercera, que los ángeles fueron criados
ántes que los malos-la cuarta, aber herrado la Iglesia en
poner en la letanía ántes a San Miguel que a San Grabiel,
por cuanto San Gabriel es m·ayor ángel que San Miguel–
la quinta; que San Gregorio dijo una necedad en decir que
el ángel que pecó fué el supre1no-la sesta, que Cristo
nuestro Señor nb le enclavaron los piés en la cruz bibien–
do, sino despues de n1uerto-la sétima, que cuando el pe–
cad0r recibe a Cristo nuestro Señor, en llegando el sacra–
n1ento a la boca, deja destar debajo de las especies,
y
que
no desciende al estómago-la octava, que no es herror
decir que agora los cristianos aunque sean discretos, no
están obligados a creer el misterio de la Encarnacion-la
nona, que los indios
y
negros en esta tierra no están obli–
gados a creer el misterio de 1a Encarnacion,
y
que basta
que crean que ay Dios
y
que es remunerador-la décima,
la indulgencia que dice
y
afirma aberle concedido el ángel
para que con ciertos corporales, diciendo cierta misa, saque
un ánima de purgatorio-la oncena, que dice que segun
los theólogos es lícito escoger el menor mal para quitar
mayor mal,
y
es.cogió mentir, por no decir cierta cosa–
la docena, algunas cosas que ha dicho sin razon ni funda–
mento, como que Joseph a9otó a Cristo porque se quejó
de uno de les San J oanes,
y
que un religioso condenó al
demonio en que por tiempo de mil años no tuviese mando
sobre .los demonios inferiores, y que Cristo nuestro Señor