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INQUISICIÓN DE CHILE
Ateniéndonos al testimonio del canónigo de Ta–
rragona, licenciado Juan Ruíz de Prado, que en Fe–
brero de 1587 llegaba á Lima en calidad de visita–
dor del Tribunal, hé aquí, según su relación
y
parecer, lo obrado en los procesos que hasta su
tiempo habían sido tramitados por el Comisario
de Santiago .
El capitán Rodrigo Morillo, estante en Santiago
de Chile, denunció de sí ante el comisario de ha–
ber dicho que no tenía á todos los que estaban en
Santiago
y
á los .santos del cielo, en lo que traía
debajo de los piés .
Información contra Antonio Francisco de Cha–
vez de dos testigos, ·que afirmaron que á cierta per–
sona que andaba matando perros con un arcabúz,
le dijo el reo, con simpleza, que qué de almas ha–
bría echado en el infierno.
Información de cinco testigos contra Fragoso,
soldado, porque en un romance que se cantaba de
la pasión de Cristo, donde decía «mira el fructo de
su muerte,» había dicho el que cantaba, que era
un mulato, «mira el fructo de su vientre,»
y
di–
ciéndole que no dijese sino de su muerte, había
dicho el reo que qué más daba decir el fructo de
su muerte ó de su vientre, pues Cristo c... m ...
comó hombre.
Gregorio de Astudillo, clérigo, natural de Bur–
gos, denunció de sí de cosas que dijo tocantes al
cánon del Concilio de Trento, que habla de los ma–
trimonios clandestinos; asimismo tuvo otras dos
testificaciones de poca importancia.
Don Antonio de Quiroga se denunció de haber
dicho á un soldado que una criatura que traía en