E:'\ LAS ISLAS FILIPI:'-1.\.S
37
Xurucga, con furia infernal, entró
á
medio clia en la
iglr~ia
y
arrebató un
cri~to
qnc e taba en el altar
ma)'Or )'le hizo pedazo. ,
y
tornó la lámpara que e -
t;1hadclanteclr Nuestra SeíiOL'a,
y
se la tiró
á
la Virgen
)' dcspw"
elijo que las imágenes estaban en lo co–
razonc. clr los hombres, )' que no
era
menesLer
nlms.
Fu{'
estn en pre. encia ele muchos recién con–
,.c'rtidos
ú
nnrslra
f .
qur fuera razón Yieran el cas–
t.i~o
de
1<111
grande clrlito,
y
llcvánclolo
á
l\féxico, como
~i'
llcYa rslc ano, podrá sncccler, lo que Dios no
quiera. lo
que
ulro.,
y
arribar
la
nao al Japón
ó
á
otra parte. )·lmirsc dos herejes que Yan presos,
y
en
reino
y
cíiorío.· tan graneles como estos, es nece–
snrio,
ó
c¡ue
hnya
inqnisición
ó
que nos clrj cn
ú
los
ubispos lo
quo
es nuestro
de
derecho,
y
a.
í,
seiior,
yo
pido jnsticia,
y
con e:-;ta carta descargo mi con–
<.:icnc..:ia
pnn1
con :\nestro
~ci'
í.or,porque yo no puedo
hacer mús.
«El r'mcclio
r¡t1
ar¡ní puede haber es f'úcil, nom–
hmndo por inqui::;idorrs en el inlerin que
hay
con
qut'>
ú
los r ligiosos tk lns órd 'nes que lw)·an sido
collcginl '"'· qu . los tales 'On limpio ele razas ele ju–
díos
y
moros,
y
ordinariamente hombr s docto ,
y
puuk
pt•c-.,idir
l'l
<Wzohispo tlc ::\Ianila, )' en .. n au–
SL'tH:ia alguno de los
obi:;pn~.
y
·on esto ,
remcdia–
rún los dniios. )' no
h<lbrú
costas,
y
obligaciún tie–
lH'n
los inqnisidot·c:::: dt> .México
ú
procurar e.' lo por
sn parte:
m ~b
eslo de extcntll'r la
j
misdicción
y
otros
cchillos.
1
que m;\s Ynlicrn no
lo~
hubiera, lo impi–
dirún: yo conon·o muy bien el crislianisim pecho
t.
A.i dice.