: DOCUMENTOS
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··Deseos0 de agradar á Nuestro Señor Dios y de
hacer algún servicio á ese santo Tr·í-bunal, me pon–
go
á
escribir estos renglones,
prcecipue
en esta oca–
sión) para darle cuenta de lo que aquí diré.
Miércoles 23 déste, fué el Señor servido de llevarse
para sí al Dr. D. Fernando Franco de Ribadeneira,
comisario de V. S. en esta ciudad, habiendo venido
á ella á recebir al Sr. Obispo desta gobernación. El
principio de su enfermedad se causó de la orina; hizo
cama) y aunque al principio no se hacía mucho caso
della, á cabo de ocho días, apretándole algo más, le
dieroi1 ciertos baños de cosas calientes, tantos y de
tantos mixtos, que le vinieron á inflamar
é
hinchar
aquellas partes, de tal n.1anera que parecía una cosa
monstruosa, tan negra, que juzgaban todos que era
cáncer, pero los .efectos declararon no haberlo sido
[sinó] los baflos, que le escalentaron tanto que se le
pelaba el cuero. Al fin de los ocho días, viéndose muy
fatigado,
~rató
de recebir los sac.rarnentos, como lo
hizo, y enviándome á llamar de allí
á
un rato, me trató ·
dejar no se qué papeles toean!es á ese Santo Tribu-:
nal, quizás por el conocimiento y comunicación que
habíamos tenido de más de veinte y cuatro años. Yo
me excusé y le disuadí del intento con decirle que
no .sería nada; tratamos luego de que hiciese testa-'
mento, y para ponerlo en ejecución, me envió
á
lla–
mar el seüor Obispo, que alli se halló presente, para
que me hallase allí y ayudase al enfermo; fui luego,
aunque pasaba de media noche; halléle ya delirando
y
sin cabal juicio, de manera que aún no pudo aca–
bar su tes-tamento. Desta manera vivió aquella no–
che, y otro día pidióme el seiior Obispo no me apar–
tase de su cabecera, como lo hice, hasta que dió la
úlLima boqueada. Luego que expiró, tomó S. S. una