DOCUMENTOS
XXVII
Aguirre gobernaba como hombre que no se había
de dejar tomar cuenta y que convenía remediar
con brevedad los inconvenientes que de dilatar el
remedio se podrían ofrecer y atajar las camaradas
de gentes que se iban entrando, determiné mudar
propósito y dejar la ida y tomar este negocio á car–
go para hacerlo conforme á la intención de V. Md. y
del señor Visorrey, aunque no se guarde la orden
que me dieron en algunas cosas, por ser necesario
para ejecutar y cumplir lo que mandaron, y ansí lo
haré, más con industria y cabdal y fuerzas que bus–
caré y pondré de mi parte, que con poder y ayuda
de costa y orden que truje, porque en todo me en–
viaron tan corto como si hobiera de ir de Madrid á
ValenciaJ ó á otra parte que en ella y en el camino
hubiera justicias y ministros que me dieran favor y
ayuda necesaria, aunqtie entendí y di aviso de todo
lo que agora veo; pero yo fio en Dios, nuestro señor,
que ha de hacer de su santísima mano lo que tanto
conviene á su servicio.
Luego que determiné lo que tanto conviene, hice
al doctor Urquizu, ques deán y provisor de la santa
Iglesia de la Plata, que revocase la provisión que
había dado al padre Payán para ir por vicario ele
las provincias del Tucumán, porque no me convenía
lleYar amigo tan poderoso de Francisco de Aguirre,
que estaba con seis ó siete amigos para entrar, y so
proveyó en su lugar al padre Vergara) que ayuda–
rá con gran celo en todo lo que fuere menester. Y
pedí
á
don Jerónimo Luis ele Cabrera, corregi–
dor de ta provincia, de parte del Sancto Oficio y
del señor Yisorrey, y de la mía le supliqué que
diese el favor é ayuda que fuese menester, y él lo
ha hecho tan cumplidamente que me ha prestado