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LA INQUISICIÓI\
cia, y dió ciertas defensas, y hechas, concluyó difi–
nitivamente, y no se dió traslado al Fiscal; y visto
en consulta el negocio, fué condenado el reo en
trescientos pesos ensayados)).
1
<<El
capitán Juan Jufré, natural de Villermalo, en
Castilla. la Vieja, fué mandado parescer en este Sanc–
to Oficio, porque estando preso en las cárceles de
este Sancto Oficio Francisco Aguirre, gobernador de
Tucumán, con cuya hija estaba . casado el dichcY ca–
pitán, había dicho y publicado con juramento á
muchas personas que no había cosa contra Francis–
co Aguirre que fuese herejía, sinó que eran pasio–
nes de émulos suyos y que por envidia y diferencias
que entre ellos había, le habían levantado muchas
cosas en deshonor suyo, y entre ellas algunas que
tocaban al Sancto Oficio, por echarle de su goberna–
ción, y que el dicho Francisco de Aguirre se vol ve–
ría presto á ella, á pesar de ruines, y que él tenía ya
casi aclarada la verdad; y que trayendo preso á dicho
Fra11cisco de Aguirre á este Sancto Oficio, había sa–
lido á él
el
dicho capitán y le había hablado, contra
Ja
voluntad de los que le traían, no obstante que le
dijeron que traían orden de no le dejar hablar
á
nin–
gtina persona. Asimi-smo el reo había escrito en una
carta á un deudo suyo, que en lo espiritual y tem–
poral el Visorrey de estos reinos lo podía todo.
«Hízose su proceso con el reo, y habiendo con–
cluido definitivamente se vió en consulta, y así por
lo susodicho como por habel' publicado el reo que
1.
aLa sentencia no está firmada del Ordinario: el reo apeló della.
y
vue1to á verse el negocio en consulta, se confirmó la sentencia
dada en la primera instancia. Este negocio paresce que no pertene–
cía al Sancto Oficio,
y
ya que paresciera, que no convenía tratar de
él para llevarlo á este punto».