EN CARTAGENA \DE INDI \.S
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se le puso la toca
y
se le echaron doce jarros de
agua, de tres en tres, y lüego se le clió otra quinta
vuelta, y se le quebraron los cordeles y se vol''ieron
á
poner otros ele nuevo y á dársele las vueltas que
se le dabían dado, y se le echaron otros tres jarros
de agua, que, por todos, fueron qu ince,
y
siempre
estuvo negativo
y
venció el tormento, y cesaron con
él, con la protestación orclinaeia. )>
«Volvióse á ver en consulta osta causa, con orcli–
nario y consultores, y se votó en conformidad
á
que
fuese absuelto de la instancia y alzase el secuestro
de sus bienes .»
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En 1610, fué fallada
ltt
causa de :rvfanuel de Fonse–
ca, médico portuguós, residente en Toh!, acusado
por otro colega
y
compaüero suyo ante el goberna–
dor secular D. J erónimo de Znazo, ele que le habia
r eferido que, vinien do de Roma con un peregrino sa–
cerdote, había aprendido de memoria los salmos ele
David en romance, que aquél le enseüaba;
y
que tam–
bién le dijo que en un lugar de Italia donde se desem–
barcó había sinagoga de judíos., y que oyendo can–
tar, entró en ella
y
supo que eran judíos que estaban
haciendo sus ceremonias .
Zuazo, con sola esta declaración, mandó prender
al reo, le secuestró sus bienes, en 27 ele Enero ele
1606,
y
lo envió preso al comisario de Cartagena,
quien le metió en la cárc31 pública.' Otro do los pre–
sos, un mulato procesado por un delito asqueroso,
le acu só ele qu e habiendo pedido Fonseca
á
un eole–
ga que tambAn estaca allí preso, que le prestase un
2 .
R elaciones, ·etc,, t. III, hoja 353
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