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LA INQUISICIÓ
T
io del Capitán general de Venezuela recibieron la
agradable noticia do que Fernando VII, res ti tui do al
trono de sus mayores, por real decreto do
21
ele julio
ele
1814
mand aba restablecer en s us dominios los
Tri bunal es de la Inqui s ición en el pi é y con las ren–
tas con que se hallaban en
1808
al tiempo de ser
abolidos por las Cortes . Luego que los Inqui s idores
recib ieron es ta no ticia , el
31
el e marzo de
1815,
ci–
taron á los cni pleaclos para. cornuni c8 r.-;cla,
<<y
lle–
nos el e gozo po r aco nt ecimi entos t·an plansibles, pm–
cech.emn, refi eren,
á
eje rcer en be 11eficio ele la fe
y
mon arquía nues tro minis terio, precedie ndo pasar
en cuerpo, con \'C nora descnbierla, á la i'glesia do
Pred icadores á dar g i'acias
á
Di os CO Jl misa
so~e rnn o
y
Te Deam
por tan feliz suceso .))
1
Para poder reYcstir las apariencú1s do tribunal ha–
bían ten ido qu e nombrar para la fl scalia al alcaid e
ele las cárceles, y para la secrotMia del Secreto, por
fall eci rni ento ele don Ca.s imiro Garcia, a l a lcaide ele
la do peni tcmcia!
En esas circu nstan cia s reeibi erOil otra Lluena. no–
ticia: la llegada. do las tropas qne condu cía el e
lct
P enín sula el general J\Jorillo,
«CJII C,
agua.rclánclóso
aquí por momentos, exp resaban, debemos pers ua–
dirnos se ha el e- reducir Cn rtn gena, de grado
ó
por
fuerza,
y
que, ocupada qu e esté por las 2.rmas del
Hey, ha de seguir
il
olla inmediatamente este Tribu–
nal, co iTJOlu gar se üalado para s u resid encia en su
es tablecimiento, para contribuir
por.snparte y ayu–
dar co n todas s us fuerzas al restabl ecimi ento del
1.
Carta
de S d e juliode tSt;:;.