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LA INQUISICIÓN
los últimos representantes que el Santo Oficio tuvo
en el Nuevo Reino de Granada.
Era el decano el'doctor don Juan José Oderiz, que
por ent01l.ces contaba sófo treinla y ocho años de
edad, bachiller en filosofía y cánones por la Uni ver–
sidad de Sal.arnanca, graduado ele doctor por la de
Oñate, y que
sen~ia
hacía ya cuatro años y cuatro
meses .
El que le seguía en anüguedad era el doctor don
Prudencio Lópezde Castro y Sarralde, natural de Lo–
groño, apenas dos aiíos mayor que su colega. Había
hecho sus primeros estudios en un colegio de Alcalá
de Henares, estaba graduado de bachiller en le-:–
yes en la Universidad de Valladolid, y de doctor en
la misma facultad en Santa Fe, á donde pasó en
1796 como familiar del arzobispo don Baltasar Jaime
Martinez Cornpaflón;
ob~uvo
allí . el título de abo–
gado, y cuatro años después recibía las órdenes
sacerdotales. Nombrado luego provisor y vicario
general interino del arzobispado, pasó á servir en
Cartagena los cargos ele abogado de presos y cÓn–
sultor del Santo Oficio,r siei1do
á
poco elegido
examinador y visitador general de aquel obispado.
Hermano del inquisidor que había sido en aquel
Tribunal don Barlolomé López de Castro, fué pronto
designado por el Consejo como secretario supernu-
r.
Véase la Relacion / de los meri tos,
f
grados,
y
exercicios litera–
rios / del Doctor
f
dr•n Prudencio Lopez de Castro
f
y
Sarralde,
f
Pres–
bítero, Abogado de la Real Audiencia de Santa Fe, Examinador,
y
Visitador gene-/ ral del Obispado de Cartagena.
Fol.-7 ps. s.f.
y
final para la suma.-Madrid, 8 de junio de I8o3.