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LA INQUISICIÓN
franciscano, por blasferno beretical, que abjuró
de
vehementi;
y
el mulato Antonio Broncano, natural
y
vecino de Panamá, por igual deli(o.
P oe proposiciones fué sentenciado en una iglesia.,
con abjuración
de levi
y
luego
dest~rrado,
Antonio
Manrique; por solicitante el dominieo Fr. Juan .de
Casteo; por soetilegos, Ju an Holguín, natural ele An-:
tioquía., Ju an Pascual, Inés de Mof'ales, ele Pamplo–
na, María Garrón, Marcela Gómez, Catalina ele
Vergara, Ju ana de T\Iurcia, Francisca Narcisa de
P eií a losa, ele Sémta Fe; Juana Diaz CalYo, de Tunja;
Josefa Mata.llánez, presa en CartRgena; Francisco de
Palacios, sevilla no, residente en Panamá; Ju an ele
SilYa
y
el negeo Fnmcisco Hernánclez, residentes en
las sabanas ele Tolú; Lorenzo T\'[ilián, en Santa Mar–
ta; Francisco Hernánclez, Pedro Ararás, negro, ·Ma–
nuel ele la Cruz, mestizo,
y
Manuel López, mulato,
de Jamaica.
Salieron en -auto ele fe en una iglesia po1' casarse
dos veces, Martín Ruiz Morillo
y
Anto nio Hamírez;
y
absueltos, después de proc.osa(ros por la misma
causa, Francisco Ignacio de la Vega., Manuel de Soto
Orti z, J nana Maria, zamba, y José Carrillo.
Abjuró
de levi
en la sala ele audiencia Ana Ro–
dríg\1ez, natural
y
vecin a ele Santa Fe, denunciada
de judía . Con multas pecuniarias
y
destierro fL1eron
castigados por fautores de reos ó impedientes del
Santo Ofició, don P edro de Barahona, don Estéban
Pinto de Barahona, don Juan ele Castañeda., Fr. Pe–
dro ele Carvajal, mercedario, residente en Puerto
Prín cipe, Juan López de la Fu ente, Felipe de Mesa,
Antonio de Acosta, Estéban ele Morales, don Juan