EN CARTAGENA DE INDIAS
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Bernarda {\lvarez, penitenciada anteriormente por
sortílega
y
hechicera, confesó esta vez en el tormento
que también era bruja.
Sebastián de Botafuogo, negro, esclavo en Río de
la Hacha, perteneciente á la {amosa complicidad.
Y Bartolomé Cortés, zapatero, vecino de Santa Fe,
testificado de dichos heret_ica1es
y
blasfemias.
Fuera de auto habían sentenciado á Fr. Luis do
Joda.r, franciscano, por haber predicado proposicio–
nes blasfemas, heréticas, temerarias
y
escandalosas,
que salió absuelto; Antonio de Isla
y
Liébana, ma-
drileño, por lo de la simple fornicación.
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