-1.82-
an1igos
{t
la n1cn1oria venerable de Clcn1ento
XIV';
no perdonaba calun1nia ni las n1as viles
y
groseras vul-·
garidaclcs. Niugnn papa, despues de·muerto, fne in-
~Juriado
de una manera tan salvaje,
y
no por en0migos
de la iglesia. Aun no se habían enfriado sus despojos
nlortales, cuando ya se
leva~1taba,n
contra él manos
sacrílegas. Apenas se habia.colocado su catafalco ea
la iglesia de San Pedro, durante el .novenario de sus
exequias, cuando ya se hacia empeño de deshonrarlo,
arrancando las inscripciones merecidas, para poner
otras llenas de injurias. El Cardenal Bernis, ernbaja–
dor do Francia, tuvo que 1nantener
á
sus espensas
una guardia secreta, que dia y noche velase al rededor
del catafalco para in1pedir el escá11dalo. Y los ene–
Jnigos del papa se n1anifestaron en odiosas sát1 ras, qnc
con profnsion se esparcieron en el pueblo." El autor
copia algunas de estas sátiras, en que Clemente era
Jlan1ado.-"destructor de los cánones, perseguidor de
los clérigos, despoblador de los conventos,
adorad~H·
de ídolos, con otras· smnejantes espresiones.'' Asi se
vengaban de un n1uerto, que cometiera el in1perdona-
1Jle pecado de haber estinguido la con1pañia de San
Ignacio: las buenas cnusas no se defienden de esta
rnanera.
228.
Pero "la muerte de Clen1ente XIV fué pro–
fundamente sen ti da en la cristiandad. Se distingu}e–
ron los obispos
y
los royos, y a1gnnos d@ éstos clerra- ,
nuu·o11 lágl'in1as.
La
En1peratriz :Niaria Teresa escri–
l>ia asi-"Todos los buenos se aconlarán eternan1ente
))de este escelente padre, qne colocado en el gobierno
)>de la iglesia ronutna en tien1pos difíciles, ha hecho
)>por la paz de la iglesia, y en el corto espacio de cin–
)>co años, trabajos tan grandea, que apenas se habría
)>atrevido
á
intentar otro cualquiera. Para
e1nprendeL~
)>estos trabajos no le faltó valor, ni consta,ncia para llc–
)JYarlos á cabo."
229. El padre oratoriano Agnstin Tbeiner, histo–
riador del pontificado de Olmr1e1lte XIV. y
ami~o
y
venerador ele los padres de la con1pañia, les advierte,
que "encontrarán en su obra docn1nentos graves y ra–
zones suficientes, para reconciliarse con la n1en1_oria
de este Pontífice;
·Y
para que la reconciliacion sea coln–
pleta y sirva de prenda de nuevas bendiciones,
y
ú
fia