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112 ___;
t1as,
aseadas
y
regular1neut.e amuebladas;
asi
con1o
de
reglar el trabajo de las n1njeres, distribuyéndoles al
principio de la semana cantidad de lana
y
algodon
1
que
entrege:Írau ·hilado en la tanle del sábaao. Lnudah1e
era
t~do
esto,
y
n1uy laudable que los padres eilseñá–
ran oficios á los indios; n1as ¿para quienes era el be–
neficio que resnltaha,
á
donde iba la ganancia del tra–
bajo?
Si
nada fa1taba
á
los indios, ¿no podían formar
nn
capital para adelantar; no podían dejar de ser pu–
pilos en el Paraguay, con1o dejaban de serlo en otros
pueblos
de
la An1érica Española, no podían dejar de
. ser
neófitos, pues oran de 1nucho tie1npo ya cristianos?
Era pues indispensable verlo todo
y
con1pata.rlo todo,
que no :fijarse únicamente en una parte, en el anverso
del cuadro sin n1irar sn reverso.
139. N
o lo miró sino en uno solo el muy distin–
guido literato Muratori, cuando escribió su
Cristianis–
mo feliz,
pintando las n1isiones
del
Paraguay con los
colores que los jesuitas n1isio11eroR enviaron de al1i.
Se refiere que antes de sn rnuerte dijo
á
sus amigos
que "esa historia era un ron1ance,
y
se arrepentía de
haberla con1puesto." Por un Jado solo rniró ünnbien
el cuadro el elocuente
NI.
de Chateaubriancl,
q
ne en
bU
Genio
del
cristianismo
puso al J>araguay el nombre
de
Repú!Jlica cristiana.
El escritor cornponia una bella
poesía, pero
nad~!J
nlas;
y
hacia entrar las
armas,
que
no debían tener lugar en una
República
cristiana;
co–
n1o ni tarnpoco el con1ercio ni otras ocupaciones, que
no tuvieron ni enseñaron los apóstoles, á cnya igle–
sia se procuró asen1cjar la n1ision del Paraguay: otro
título debiera hahérsole buscado.
Admna&~,
los
ar–
chivos que rejistró
~T.
de Chateaubriand, no daban
cnn1pllda garantia-las cartas edificantes-la historia
dél
r.
Charlevoix-la historia del
P.
Lozano-el
Cristianisino feliz.
Un
n1oderno escritor ha dicho jni-
. ciosamente,
á
propósito de las encon1iadas
misione~
· del Paraguay, que "]a üusion proc1neida por esta lar–
ga
n1e11tíi·a
ha
engañado por a1gun tien1po
]a
coneien–
.
~ia
ele
la historia,
y
dura hasta el presente, gracias
á
·]as simpatias que
han
sabido esplotarse con habili–
dad-todo está rt:glado, hasta
el
?:estido ,que conviene
á
la
·rnodestia
sin
dafíar
á
las gracias.
Este cuadro lleva un
· ;gusto falso: esos indios no son ho1nbres, son corderos