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se arrepintió de su c:rímen,

y

lo reparó con la revo–

cacion de su culpable breve, anulándolo por otro de

29 de tTunio de 1774. ¡Qué lástima que el breve no se

encuentre en el Bulario!"

Bueno será poner en noticia de nuestros lectores,

que de antemano no lo hayan sabido, que habia en

Roma un sujeto, que daba cuenta de ciertas accio-

)

nes de Clemente, que suponían, despues del breve, sa–

no juicio, y buena

~alu,d

p

1

ára el trabajo---"Ellunes hubo

consistorio,

y

en él publicó el Papa la restitucion de

Benevento y Aviñon, por mediacion del duque de

Parma-El Papa ha hecho todas las funciones de la ·

Semana Santa

con muy buena salud-El

domingo hizo

el Papa su cavalgata de la Anunciataá la Minerva. Le

acometió un fuerte aguacero,

y

se mojó hasta el pe–

llejo. Por fortuna no le ha hecho daño alguno, y está

mas fuerte que una carrasca." [313] Quien tales cosas

hacia, estaba en snj uicio y trabajaba.

404. Prosigamos copiando el testimonio del P. Thei–

ner-"l;o que va

á

seguir, dará una idea del justo va–

lor del

compulsus feci,

y de la pretendida locura del

Papa. Si obró libre

y

con independcia

y

por conven–

cimiento, principalmente en los últimos

y

solemnes

momentos de la solucion del asunto de los jesuitas,

obró con la misma libertad, independencia

y

convic–

cion en la ejecucion de su breve; procediendo con fir–

meza hasta el escrúpulo, aunque siempre con cari–

dad y miramientos, tanto mas admirables, cuanto ,era

mayor la animosidad de sus adversarios. Por eso de–

cía al Cardenal Bernis con un conocimiento profun–

do. del porvenir-los

acontecimientos que han de seguir

á

la ejecucion del breve, lo justificarán.

Para calmar la fermentacion que los partidarios de

losjesuitas habían suscitado en algunos puntos del esta–

do eclesiástico, ydespues de haber descubierto muchas

correspondencias sediciosas, que mantenía entre sí los

ex-jesuitas

y

con sus confidentes, mandó conducir al

castillo de SanAnjelo al general con sus asistentes. En

Bolonia, hubo escenas desagradables; pues de tres je–

suitas del colejio de nobles, el uno se babia espresa-