HISTORIA ECtESIASTICA
Siglo las
acotnpaóabJn ;
pero
este suceso
sol tÍ
XVII. ne por testigos
á
los defensores
y
amioos
1
t>
ellas,
y
as1
se
puede dudar
de él ;
p
r su
poniendo
que
h.1ya sido cierto;
¿
~eria
extra
ño que unas
M
H1
jas
de una im.1ginaci n vi–
va , de
muchí)imo
espíritu ,
imbuidas
de
1
que
hJ
bian bebido
en
los libros
de
sus
mJc
tros ,
instruidas
por hombres
que
n era
ménos
~uriles
que sabios ; que unas mu
res eu
y
os
pensamientos casi
todo5
esta
reunidos
en un
solo
objeto,
hubiesen teni
do
algun
tiernpo aquellos rasgos
improvis s,
que los
hon1bres mas h.1biles
no saben re·
peler al
punto por
una
impresion de sorpr
sa contr ,l la
qual
no
hay prevencion? Sea
lo
que fuere
de esto ,
ni la
pri
vacion de
1 s
SJcramento~,
ni la di,persion de algunas e
ellas ni la tntroduccion de una Superiora
fl •
r.t~tera
,
ni otros n1edios de
rigor
que
se
u..
siéron
contra estas Religiones tan
estimables
p:)r otra
parte ,
nJda
bc1s~6
para arerrarla,.
PtrsuaJi as
á
que
sufrian
por
una
causJ
jus–
ta ,
y
que
su
re~isrencia
era
un
telitimonio
hecho
á
la verdad ,
e
u
yo
fruto recogeriJ e
algun tiempo
la
Ir.lesi:l , ptrseveráron en
su
opo
icion
ha~ta
la
paz
de
Clem~nte
JX. En
lo
dema~ ~j
<;u conducta
v
la
itnpresi n
que
hizo en
n1uchas
per<;onas .fuér n un nuevo
ob~d('tdo
p .HJ
13
reuni nn
Jt
]o<;
ánimos,
("S–
to rnén ('S
Íl!é
f.¡Jra
de ellas
que
de
sus
di-
ILC-