GENERAL.
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tificaban en esta ocasion , no podia pasar por
Siglo
virtud sino
á
los ojos de
los
que
estaban en
XVII.
los
mismos
principios;
otros
no
veian cosa
loable ni edificante en su proceder
y
hacien~
do
justicia
á
su
piedJd
les
deseaban mas
sim-–
plicidad '
y
no podian aprobar que se subie-
sen
á
doctoras, que
pusiesen
condiciones
á
su obediencia,
y
obligasen
á
los
que
Dios
.les
habia dado por
guias
á
conformarse con
ellas
sobre
los términos de
que
elbs debian
servirse para expresar su
sumi~ion
á
los De-
cretos emanados de la Santa Sede en mate-
·ria
de
fe ,
y
confirmados por la aceptacion de
los Pastores principales. Así pensaban las gen-
tes .de rJzon, esto es, los que
juzgaban de
las cosas
sin
preocupacion, que
no
conocian
sino las
reglas comunes, por
las
qua
les se
han conducido siempre los
fic~lcs
simples en
iguales
circunstJncias ,
y
que
nó
podian de-
, xar de hallar extrañeza que unas Monjas de–
dicadas
por
su estado
á
la obediencia , al
silencio,
y
á
b hun1ildad , diesen
exemplo
de revolblcion , tnezclasen su voz con
la de
los Doctores ,
y
se creyesen mas ilustradas
que los
Papas
y
los
Obispos, se dice que
en
las visitas que les hiciéron los Arzobispos de
París '
y
ep
las
conr~rencias
que
tu
viéron
COLl
ellas
para disipar
sus dudas,
y
respon–
der
á
sus dificultades, embarazárou
a1gun.asveces
á
estos
Pr~dados
y
á
los Teólogos
que
E
.1r
las