GENERA[.
6
3
ro ·,
~e
hizo
p6blica , los interesados en des- Siglo
preciar el formulario,
y
en
in1pedir
su es- XVII.
tablecimiento, no perdonáron diligencia .al-
guna para hacer
inútil el
designio de la
Asan1-
hlea.
Muchos Obispos
que
estaban en sus Dió-
cesis ,
y
que por consiguiente no habian te•
uido parte en
las deliberaciones; pretendié-
ron que
sus compañeros no habían tenido
de-
recho
para determinar sobre uo
objeto
per~
tenecien.teá
la fe, sin
estar
especiahnence au–
torizados en ello por los
ausen tes ;
cuya pre-
tension
.iba mal fundada , porgue
las rnemo..
rias
del Clerc:
j1 :
stifican
que des
pues
de su es–
tablecimiento
nan
hecho
las juntas un gran
número
de
reglan1entos concernientes
á
la
fe
y
á
las
costun1bres.' No obstante,
siendo
las
oposiciones contrarL1s
á
la uniform:J.1d
que
se proponia establecer ; emptñáron
á·
la Cor-
te
y
al Clero
á
no seguir este nogocio con
todo el vigor que se
babia
resuelto aplicar-
le. Y así por consideraciones
s~bias
,
y
nune-
jos dictados por la pruder¿cia, detern1ináron
el
Rey ·
y
la
Junta
sobreseer toda' Ía duran-
te algun tiempo
á
la subscripcion del for–
mulario , esperando que con la dilacion se
volvería
~
atraer los contrarios por la dul-
zura,
y
que
el medio de las conferencias alla-
n~rian
las
dificultades
de los que no conocian
bien !Js razones de
la conducta
que
el Cle-
ro babia tenido en
este negocio.
En-