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S
HISTORIA ECtE·SiASTICA
Si g1o
gracia que la gracia eficaz,
y
Dios , . nadie
x·v
11.
la debe '
es
cierto el decir que los
manda–
mientos son
imposibJ.esá
los que no la tie–
nen '
y
aun
á
los
justos en ciertas
crrcuns·
.
tanctas.
En quanto
á
la libertad, su
esencia no
consiste en la indiferencia de obrar
ó
dexar
de obrar , de hacer una cosa
ó
de
hacer otra;
consiste sí
solamen.reen no estar constreñi-·
da
ó
precisada.
De -este
modo
la
facultad
de querer constituye la
libertad ,
y
es de
que una accion
es
voluntaria , es libre, aun–
que determinada por una nece)idad invenci–
ble.
Tales son los puntos fundan1enrales del
famoso sistema, cuyos
materia1e~
babia pre–
venido BJio ,
y
el Obispo de Ipres ·proponía,
con1o
pura docrr!na de San Agustirr.
·
Desde que en Francia se tuvo noticia de
él, Ie atacáron
y
defendiéron vivan1enre. -Los
ingenios divididos se acaloráron hasta el pun·
to en
que
se viéron hacer dos. partidos
qu~
tenian sus cabezas conocidas,- sus intereses
opuestos ,
y
su diferente modo de
comba~
tir. A la frente de los que
se
habian decla.,
rado. por la doctrina
contenida en
el
nue-,
vo
Agustino
estaba el célebre Antonio Ar·
noldo, Doctor de la Sorbona , hombrG de
un entendimiento vasto , de una imaginadon
fecunda ,
v
de una erudicion casi universal•
.1
Toda su vida fué
el
mas zeloso defensor del
O
bis-