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HISTORIA
ECLESTASTICA
Siglo
prendas; pero
1e
faltáron
las que mas ne-
XVII.
ce.sH-aba
en
la 'dificil coyuntura en
que
le
cogió ;
á
saber,
la prudencia,
y
la constan..
·cia.
Siempre
fué,
ó
muy
intrépido,
6
n11y
tíanido. Este
genio
desigual ., esta
mezcla de
audacia
y
de cobardía , fué el principio de
todos
sus
yerros,
y
la causa de sus
desdi–
chas.
Zeloso
por . el culto
Anglicano ,
quiso
hacerlo recibir en Escocia ,
en donde la
Sec~
ta
de
los
Presbiterianos , enemiga de la digni-·
dld
Episcopal , reusaba sujetarse
á
él.
La,
uniformidad
en
las
ceremonias .
religiosas
]e
parc.cia una cosa
importante
en qualquier
pais ,
y
sobretodo en su
Isla ,
en donde
]a
div.ersidad de
cultos ,
y
lo encontrado de
las opiniones
habian
ocasionado , por un
si–
glo: ,
tantas comociones
populares ,
.y
costa–
do ·la vida
á
tantos
Ciudadanos. La m áxi–
ma era
cierta
y
bebida en las fuentes d e
la
n1as
sana
políri~a;
pero Cárlos ,
en la apli–
cacion que intentaba
hacer
de ella , escogi a
ma},
tanto las
circunstancias , como
la
Na–
cion. El
Rey
_su
padre, trayendo continua–
mente
á
la memoria en sus ha rengas las pre–
rogativas del
Trono ,
y
la fuerza
irresistib! e
clel poder absoluso, habia
excitado
al Par–
lamento
á
examinar la n'aturaleza de
estas
prerogativas
y
de este
poder,
con arreglo
á
las leyes
y
usos consagrados por el tiempo.
Las resu!ras de este exámen , en que
se
ha-
bia