GENERAL.
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e~cubrir
mas
que
una docena
de
culpados,
Sig.Jo,or la confesion del
Rey
tnismo, que en sus XVII.
azonamientos al Parlamento no atribuye esta
:xecrable empresa mas que
á
la furia de
1cbo
ó
nu~ve
desespe'Y'ados,
que son sus pro-
lias voces;
y
por Último por el
corro
nú-
nero
de
los
que fuéron castigados , compa-
rado con el
de
los Católicos, que por con-
fe~ion
de todos componiJ.n aun
entÓnces
]a
quinta parte
de
la
Nacion . En quilnro
á
los
~1isioneros
y
á
la
Orden célebre
cie que eran
miembros, han
sido
juscificados por un Es-
critor
que nunca los
ha adulado ,
el
famo-
so D ctor Antonio Arnalcl.o. Sea de e'to lo
que _quiera , los que
queri.1n
indi,poner al
Rey contra
los Católicos
~e
aprovecb6ron
de un
suceso
tan
favorable
:Í
sus intencio-
nes.
Tambien ha
habido quien
diga
(jUe
es-
ta
horrible trama
fué
dirigida por uno de
los Ministros apoya·do de algunos Cortesanos
para
h~cer
·á
los de la Comunion Romana
odiosos al Príncipe,
que
no
se
n1ovia
á
per–
seguirlos
eon
tanto
calor
como
deseJb:tn.
Si la conjetura es cierta,
los autores
de
esta
horrible escena tu
viéron
lugar de glo–
rbrse t:lnto de
la
invencion
como del
éx~-to de ella. Lf>s Edictos que se
h1
bian
ya
expedido
contra tos Católicos, por
rj~uroso~
que
fuesen,
no
llen:1ban
todavía las ideas
de
los que no se
contentaban
sino con su
en-
te..