CENERA
r_.
1
9
5
En tiempo -de los dos
Emperadores
que
1cediéroo
á
éste , se hizo
toda
vía mas ge–
eral
y
mas sangrienta la
persecucion ,
·por-
1
ue
se
habia jurado la
perdicion de
los·
Chris-
anos.
Su
crecido nÚn1ero
y
su
obediencia
los Misioneros
los
había hecho
sospe-
wsos
al Gobierno.
Publicáronse
cootra ellos
os
nuevos Edictos de
proscripcion,
el
uno
año
16
1'4 ,
y
el
otro el de
16
r
5.
El
rimero
mandaba que
todas
las
Iglesias
de
)S
Christianos fuesen abrasadas , que
todos
•s Misioneros se etnbarcasen ,
proLibiéndo-
Siglo·
XVII.
s ,
con
pena
de
muerte ,
volver
al
Imperio'
que todos
'los
Japones que
no
abjurasen
Christiani smo,
fuesen quemados
vivos. E
!gundo ,
que
era toda vía mas riguroso,
P~ .
ibia
á
todos . lqs vasallos dct En1perador
~
{ercicio, aunque fuese
secreto_,
de
la
Iteli-
~~-.
ion
Christiana ;
y
ordenaba
que
qualquiera.
ue hubiese
dado
asilo
á
los
Ministros
de
;ta
Religion ·fuese
muerto con
toda
,.su fa-
lilia.
La
execucion de estos
Edictos
san-
•
1
•
nentos se apresuro con una vtveza extraor-
inaria por · aquellos
á
quien
se
confió.
El
apon se cubrió de horcas
y
de
hogueras;
L
sangre
de
los
Cl-u-istianos corrió por
to–
.as
partes ;
eran
llevados
al
suplicio
á
cen–
enares
y
á
milJares ;
y
en este inmenso nú
4
1ero de
vÍctimas··
hubo nníy
pocas
á
quien
l
temor
de
la
·muerte
y
el
aparato de
los
N
z
tor-