GE.NER~I..
,
I
9-f
ender, se
aprobáron todos.
Abrazaban
á
Siglo·
tn mismo
tiempo el
dogma
y
]a disciplina. XVII.
rodos
Jos
puntos
de
algmna
importancia
es-
aban antevistos,
y
.at;regladós con
·tanta
'rudencia
~
como puntualidad. La fe de Ja
[glesia
Ron1ana
se
explicaba
en ellos
con
a
~ayor
claridad;
y
el
6rden
que se
babia
ie
seguir
en
adelante
en
todo
lo relativo
á
la
enseñanza
de la R eligion , ?l gol:>ierno
d~
las Iglesias,
y
al
culto
P~Úblico
se
fixaba
de
modo ,
que
pudiese establecerse
un:a ·perfecta)
uniformidad :
corrigiendo los abusos,
y
·cor- ,
tando las supersticiones vanas
6 ·
perjudicia-:
les , se conserváron
todos
los usos ,_
que
no.
inter.esahaQ
ni
á
la Fe,
-ni
á
las
co5tumbres.,
Esta
·condescendencia necesaria no
con.tribu-~
y6
poco
á
disponer
el Clero
Malabar
para
.conforn1arse con
las ideas
del
piados0
Ar-.
zobispo. Por
último,
todos · los Diputados
qne
componian
esta
numerosa junta
abju–
r~· ron
el
Nes~orianisn1o,
y
los
demas
errores,
de
que 'estahan imhuidos hacia ' n1ucho
ti
e
m..
po : se
sujctáron
á
la jurisdiccion
del
Sumo ·
Pontífice , prometiendo
no
reconocer en
ade–
lante mas
C]Ue
á
los
O~ispos
que se
les
die–
sen
por
la Santa Sede ;
y
todos,
sin
exceptuar.
los
<JUe
en los principios habian mostrado
mayor
resistencia .,
firmáron
las
Actas
d_el
Sínodo en número de mas de
Sao.
Los
Decretos
de esta Junta hao
servido
siempre ,.
r
de