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LIBRO TERCERO. TIT. Vlll.
Y
todo se resume en amar á Dios sobre todas las
cosas, y al proximo como á si mismo.
Y el que, sin hazer estas diligencias, baptizare,
á los que no estuvieren instruydos, como deben,
demás del gran sacrilegio, que comete, y el daño,
que hace
Ú1
las almas, de que Dios le tomará estre–
cha cuenta, será castigado, como por culpa grave.
CAP. VIL
Que haya Pilas Baptismales en los lug·ares, uonde huviere de
quince casas a.rriba,
y
que estén cerradas,
y
con vna. reja
delante,
y
que se bendiga.n en las vigilias de la Resurrec–
cion, y Pentecostes, conforme
i
la costumbre de la. Ig·lesia.
En todos los lugares, y pueblos de este Arzobis–
pado, donde huviere de quinze casas arri:ba, se ha–
rán Pilas Baptismales dentro de dos meses, que se–
ñalamos de termino para las partes, donde no se hu–
vieren hecho,
y
serán
á
costa de las mismas Igle–
sias, sino fuere en caso, que l0s Curas huvieren si–
do negligentes, porque entonces, pasado el dicho
termino, se mandarÚin hazer por nuestFos Visitado–
res á su c0sta, y las dichas pilas estarán cerradas, y
con buena guarda,
y
custodia,
y
los Curas tendrán
laJs llaves,
y
donde huviere commodidad, estarán en
Capilla particular con su reja delante,
y
si se halla–
re estar las puertas abiertas,
y
sin cerradura, será
condenado el Cura en pena de treinta pesos, apli–
cados para el adorno de la dicha Pila,
y
para los
pobres de por mitad,
y
todas las Vigilias de la Re–
surr~ccion,
y
de la Pascua de Pentecostes bendeci–
rán los Curas las dichas pilas conforme á la costtim–
l!n>e de la Iglesia, sopena, de que por cada vez se–
rán multados en diez pesos, conforme al decreto del
Concilio Provincial del año de setenta
y
siete (68).
(68)
l.
parte. cap.
24.