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LIBRO TERCERO. TIT. VIII.
dicho Baptismo, le havrá de hazer Clerigo, y en su
defecto varon, y afalta suya qualquiera muger,
qu~
sepa bien decir las palabras substanciales del
Baptismo; y si el que fuere baptizado tuviere des–
pues salud, se llevará á la dicha su Parrochia den–
tro de seis,
ó
ocho días, no siendo necesario mas
tiempo, para que le hagan los exorcismos, y se
cumpla con todo lo demas contenido en el Manual
de Sacl'amentis, y aunque en el tal Baptismo se
hallen muchos presentes, declaramos conforme al
Santo Concilio Tridentino (65), no contraher pa–
rentezco, sino solo los que señalaren por padrinos,
los quales serán vno,
ó
á lo sumo dos,
y
no mas.
CAP. II.
Que los Curas escriban el Baptismo en el libro lucg·o, que se
acabe de hacer en la Iglesia, poniendo los nombres de los
padrinos,
y
testigos.
Quando se hiciere el Baptismo solemne en la
Iglesia, lo escribirán los Curas en el libro, que
han de t ener para ello, conforme
á
lo ordenado en
estas Constituciones, en el cap.
IV.
de Officio Rec–
toris; y esto lo harán luego incontinenti, sin dife–
rirlo á otro tiempo, poniendo razon del nombre de
los padrinos, y de los testigos, conforme
á
la di–
cha Constitucion; y al que se huviere descuydado
en esto, se le hará cargo en su visita.
CAP.III.
Qne las parteras se examinen por los Curas, para que se vea
si saben administrar el Santo Sacramento del Baptismo en
los casos de necessidad, en que se les permite, que lo ad–
ministren,
y
el mismo examen hag·an los Visitadores.
Por quanto puede haver muy gran peligro, en
no administrar el Santo Sacramento del Baptismo,
[65] Ses. 24. C. 2.